Sabor a melocotón

Deseo vehemente un exprimidor de cítricos
para sentarme y mirar el reguero en su jugo,
haciendo subir el nivel en el vaso habilitado.
Mientras el fuego bulle en el interior de la cafetera
y que gota a gota logra desprender ese sabor de mañana.

También algo sólido cabría tomar, como pudieran ser tostadas,
con ungüento de mantequilla y algo a sabor de melocotón.

Desearía si cupiese, paz en el mundo
erradicar cualquier tipo de pobreza
y que no existiera hambruna.

Lo deseo más que nada, porque me siento hermanado
porque los mundos se están entrelazando
mientras que los privilegiados servicios del primer mundo se suprimen
hasta que no cesen las cartas de mora

En esta alacena se ha agotado el azúcar
y el café sienta amargo
el mendrugo no acepta tostarse
y hoy no se que voy a comer cuando vuelva a mi hangar

egoístamente, ahora, me siento más cerca del mundo
y este lazo que me une difícilmente lo olvidaré
cuando vea romper barreras
y consiga la reivindicación de mi deseo,

como ver al pueblo luchar por su convicción,
que se discuta la formación humana
y dos cucharadas de azúcar para mi glorioso café.

Valdrá la pena ponerse de acuerdo
y que siendo capaces de vivir entre tantas diferencias
lograremos, sin duda, lo necesario para cada deficiencia.

Un poeta debe ser la conciencia de su época, el furor de una época puede refugiarse todo en el alma de un conquistador,pero el alma de una época no se refugia sino en la pluma de un poeta.

MUY BUENO POETA! SIENTO TU SENSIBILIDAD, TU DESAZON POR LAS DESIGUALDADES, LO EXPERIMENTAS EN LA COTIDIANIDAD Y LA ESPERANZA MANIFIESTA EN LOS VERSOS DE CIERRE.

hermosa la mezcla de las cosas cotidianas, casi triviales pero que nos causan el bienestar interno, como el juguito de naranja, y el pan con mermelada... con las causas de este mundo que nos quitan el sueño... besos amigo, me encanta tu pluma!