¿De nuestro tiempo entero, qué nos queda ahora…?
Nos sobra en la esfera del reloj, unos segundos;
es el momento aquí, ahora, por toda las horas.
Muéstrame mujer que somos del mismo mundo.
Entonces bésame, apriétame, hazme sentir;
gozando de placer, de toda tu miel,
cuando es pura alma lo que arde sobre la piel.
La noche aprieta; yo más aun te puedo asir.
Esparzo mi espora, tú cual jazmín la esencia,
piel contra piel, fuego en el aire; quema,
los pulmones boca a boca sin abstinencia.
Los besos de miel errante; un día será poema.
Tu sensualidad me adentra en el desierto,
dibujo y desdibujo tus curvas, perdiendo
en real pasión, yo en amante te convierto.
Beso tu cuello; enredo tu pelo, me quedo oliendo.
Rodemos por el piso como salvajes inmundos,
mis manos se pierden en tus senos exuberantes.
Ya se asoma el silencio de este mundo
después de sorprenderme un instante.
Tan solo de mí te quedará un recuerdo vago,
me secuestra el tiempo y una vez mas desaparezco,
desvaneceré en el espacio como un mago.
Volviendo estoy al lugar donde pertenezco.
Otra vez estamos ante el gran abismo,
al quedarse sólo entre tú y yo, distancia y vacío,
el todo se diluye, para volverme en los antaño hastíos.
Amor muere, en la placidez de los últimos mimos.
Autor: Alcibíades Noceda Medina
Nos sobra en la esfera del reloj, unos segundos;
es el momento aquí, ahora, por toda las horas.
Muéstrame mujer que somos del mismo mundo.
Entonces bésame, apriétame, hazme sentir;
gozando de placer, de toda tu miel,
cuando es pura alma lo que arde sobre la piel.
La noche aprieta; yo más aun te puedo asir.
Esparzo mi espora, tú cual jazmín la esencia,
piel contra piel, fuego en el aire; quema,
los pulmones boca a boca sin abstinencia.
Los besos de miel errante; un día será poema.
Tu sensualidad me adentra en el desierto,
dibujo y desdibujo tus curvas, perdiendo
en real pasión, yo en amante te convierto.
Beso tu cuello; enredo tu pelo, me quedo oliendo.
Rodemos por el piso como salvajes inmundos,
mis manos se pierden en tus senos exuberantes.
Ya se asoma el silencio de este mundo
después de sorprenderme un instante.
Tan solo de mí te quedará un recuerdo vago,
me secuestra el tiempo y una vez mas desaparezco,
desvaneceré en el espacio como un mago.
Volviendo estoy al lugar donde pertenezco.
Otra vez estamos ante el gran abismo,
al quedarse sólo entre tú y yo, distancia y vacío,
el todo se diluye, para volverme en los antaño hastíos.
Amor muere, en la placidez de los últimos mimos.
Autor: Alcibíades Noceda Medina
Última edición por Alcibíades el Mar Mayo 03, 2011 7:49 pm, editado 1 vez
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