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por juan jose Sáb Mar 19, 2011 7:32 am Entrada la noche, camino por el dormitorio de paredes casi blancas, hacia la ventana
que permanece abierta renovando el aire viciado, cuándo un mosquito entra en
la habitación intentando descubrir, si detrás de la luz trémula habrá una gota de
sangre que colme su apetito, y alimente su silbido molesto e infernal. El mosquito
espera pacientemente que su oscuridad se aclare, para catar las partes descubiertas
de mi cuerpo que reposa cansado, y cuando me llega su sonido intenso cerca del oído
intento atraparlo con la concavidad de mi mano diestra, pero él mide la distancia
variable que nos separa para que sea imposible. Enciendo la luz y no lo veo, ha
desaparecido, entonces, cual mariposa blanca con dos almohadas por alas que agito en
paños menores, intentando descubrirlo, en mi cuarto primero, luego , por el baño,
pasillo, cocina……. y cuando el frío se filtra en los huesos, abro la puerta de la sala y
allí estaba, no lo dejé que reaccionara, de un tiro certero con mis armas, lo aplasto en
el techo. Relajado, con frío en el cuerpo me tiendo en la cama,tiro de la manta y apago
la luz. Un sonido fuerte sale de debajo de la cama y dando un rodeo se acerca a mi
cara ,este si era” mi mosquito” con su pitido continuo y aguijón preparado, me lío la
sabana en la cabeza intentando dormirme bocabajo cuando un entresueño de silbidos
infinitos, agudos , me trae a Ulises navegando por la costa, que no escuchaba cantos de
sirenas, sino al pejiguera de” mi mosquito” y el mitológico personaje se disparató
tanto que la Odisea se truncó.-
que permanece abierta renovando el aire viciado, cuándo un mosquito entra en
la habitación intentando descubrir, si detrás de la luz trémula habrá una gota de
sangre que colme su apetito, y alimente su silbido molesto e infernal. El mosquito
espera pacientemente que su oscuridad se aclare, para catar las partes descubiertas
de mi cuerpo que reposa cansado, y cuando me llega su sonido intenso cerca del oído
intento atraparlo con la concavidad de mi mano diestra, pero él mide la distancia
variable que nos separa para que sea imposible. Enciendo la luz y no lo veo, ha
desaparecido, entonces, cual mariposa blanca con dos almohadas por alas que agito en
paños menores, intentando descubrirlo, en mi cuarto primero, luego , por el baño,
pasillo, cocina……. y cuando el frío se filtra en los huesos, abro la puerta de la sala y
allí estaba, no lo dejé que reaccionara, de un tiro certero con mis armas, lo aplasto en
el techo. Relajado, con frío en el cuerpo me tiendo en la cama,tiro de la manta y apago
la luz. Un sonido fuerte sale de debajo de la cama y dando un rodeo se acerca a mi
cara ,este si era” mi mosquito” con su pitido continuo y aguijón preparado, me lío la
sabana en la cabeza intentando dormirme bocabajo cuando un entresueño de silbidos
infinitos, agudos , me trae a Ulises navegando por la costa, que no escuchaba cantos de
sirenas, sino al pejiguera de” mi mosquito” y el mitológico personaje se disparató
tanto que la Odisea se truncó.-
» Desde la ventana
» Por qué, la guerra?
» Tu cuerpo se desviste...
» Déjame unir mi mano con la tuya...
» Tu rostro...
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
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» Mujer -reclamo tus rosas-