Corriendo en la ciudad

Corriendo en la ciudad

Las cuentas, las carreras, las redondas
esquirlas de las nubes cada día,
que llueve, que no llueve, que a porfía
se debe reparar el microondas.

Y el taco en la autopista y las rotondas
y el verso que se pierde en lejanía
y el celular sonando y lo que hastía
de un día más de esclavo en estas fondas.

Me llegan cual naufragio, cual las ondas
que arrojan a la playa de mi hombría
los restos de un progreso sin más rondas.

Y es sólo entre tus brazos, vida mía,
que cobran porvenir, bellas y orondas,
las horas de este tiempo de agonía.

04 08 11

Es cierto, en los brazos... en aquellos cálidos abrazos se concibe la paz del día agitado.
Y a veces, a veces se los siente tan frío, que el alma y hasta la razón nada comprende.
Te sigo leyendo amigo.

El problema es cuando esos brazos se cierran o dejan de estar, dicxen que pasa, no? Saludos.-