Se nombra el tiempo y sus calles

Se nombra el tiempo y sus calles

Domingo de la paciencia,
lunes de volver al mundo,
martes de amar un segundo,
miércoles de la dolencia.
Jueves frío de experiencia,
viernes de bajar cortina,
los sábados en vitrina
para volver al domingo
y otra semana me extingo
como este sol que camina.

A la vez dejo semillas,
cansancio, canas, anhelos,
amores, citas, desvelos
y un rumbo a mil maravillas.
Uno es el mar sin orillas,
la rosa que arde en tu pecho,
el fuego aromando un lecho
en que ya dos se consumen
y el sueño con su resumen
de glorias, muertos y acecho.

Y así transcurren los años
desde el verano indomable,
luego el otoño adorable
vuelve amarillos los daños.
El invierno y sus rebaños
de nubes aguan la fiesta,
luego en la tierra contesta
la primavera hecha frutos
y así van los estatutos
del mundo armando su gesta.

Todo comienza en enero
con sus guitarras nocturnas,
con las noches taciturnas
que brillan hasta febrero.
Luego en marzo hay un sendero
que tiñe de oro el camino,
que enfría el agua y el vino
hasta dormirse en abril
y en mayo tras lluvias mil
helarse sin más destino.

Luego es junio de ala oscura
el que de escarcha se viste,
con julio nadie resiste
del frío tanta amargura.
Agosto pasar procura
llevándose al desahuciado,
luego septiembre sembrado
de flores vuelve a la vida
y octubre es la bienvenida
a un cielo más despejado.

Por cierto el viejo noviembre
se pone a hacer su balance,
la vida parece en trance
porque ya llega diciembre.
Fin de año, ya el que no siembre
de los momentos vividos
tendrá que dar por perdidos
los meses de tanta lucha,
por suerte la gloria es mucha
para acabar en olvidos.

Es esta rueda el secreto
de la existencia mundana,
nada saber del mañana,
pero atreverse a su reto.
El amor es el boleto,
la experiencia el equipaje,
nada detiene este viaje,
salvo la muerte infinita,
que quizá es lo que permita
a un tiempo nuevo el pasaje.

19 06 11

Que geniales décimas nos has dejado amigo.Un abrazo.