En honor a tus ancestros
vengo a mostrarte un templo
que es harto singular.
Afuera ves lo de dentro;
y dentro, la inmensidad.
En el río de la vida
todo avanza con todo,
ansiando siempre llegar.
Tu deseo es mi anhelo
y mi alma es tu ciudad.
Y no existe frontera,
muro, himno, ni bandera
que distanciarnos pueda.
En mi herida va tu sangre
y en tu llanto mi pena.
Juntos por la Tierra vamos.
Aquí se queda el rastro,
el sudor y la esquela.
Codo con codo, luchamos,
aunque ajenos nos vieran.
En honor a tus ancestros
vengo a mostrarte un templo
que encierra una verdad.
Lo antiguo te reclama
y a lo viejo volverás.
Todo se integra en todo.
Somos roca, aire, fuego…
Somos olas en la mar.
En tu orilla ves mi cuerpo
y en mi luz tu despertar.
G.S.A.
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