La 120

La 120
(Vieja micro de Santiago)

De la orilla, del margen, de la periferia,
de la pobreza que nadie publicita,
del pleno corazón de los perdidos,
surgen otras voces, otros rostros
que cuentan las monedas, que disparan
su nos lleva por quinientos a un chofer del mismo origen.
La radio suena, suben los pololos,
a fin de mes el jubilado tras su cheque,
de madrugada el obrero con sueño porque anoche
la guagua tuvo fiebre o la señora
tuvo esa fiebre mientras todos los retoños dormitaban.
¿Sabrá el ministro que aquí va su ama de llaves,
sabrá el gerente que la secre a la que acosa
mientras viaja llora al novio que no vuelve
de perderse en el servicio militar obligatorio?
Lleva su vianda ella,
la lechugita porque se puso obesa,
las cuentas atrasadas porque el padre esta cesante,
la foto del muchacho en su trayecto a la oficina.
No es la única en su anhelo de justicia,
no está sola en su diadema de dolores,
en su exclusión del tema en la portada
y en la mesa reluciente de palacio.
La micro ya se aleja por la patria,
su recorrido acabará cuando otro tiempo toque el timbre.

30 09 10

aqui tambien ocurre amigo
te mnado un abrazo
kaina

vaya habilidad de describir lo que va dentro del micro... la 120, cuantas rutas llevan tantas almas como las que tu describes amigo? hermoso poema!

Gracias, poetisas. Estaré atento para contarles cuando llege a buena parada. Hasta entonces a seguir viajando. Un abrazo, Óscar.-