SUPLICIO.

No toques nada...nada...Quédate quieta!!! Pero respira...respira...Eso sí...Y retén las ganas...que no se vayan...Retenlas!!

Siniestra Nostram escribió:

Protegedme de mí,
cuando a solas me sienta perdida
dentro del laberinto sin salida en el que he de vivir.
Protegedme, os lo ruego,
hoy he abierto puertas prohibidas,
esas recónditas que el ser nunca debe descubrir
antes de su hora de partir.

Protegedme de mí,
ya no quiero respirar el aroma de las flores
ni respetarlas en su grata armonía,


gratificante sintonìa en tus lineas ;develo mi vuelo quieto y el parlamento del destierro...
ya sólo veo hojas rotas, marchitas,
que disimulan cada una de sus alegrías perdidas.
Protegedme, os lo ruego,
se me acaban las ganas de seguir.

Siniestra Nostram.

Quetzalcoatl Vallejo escribió:Como siempre genial , querida Siniestra, ¿que peor enemigo de uno, que uno mismo?

Un muy fuerte abrazo y mis mejores deseos ésta época y todas.

Besos!!

Quétzal.

G. Sarmiento escribió:Oye! No se te puede dejar sola ni un instante...Te dije que no abrieras esa puerta y tú aprovechas la ausencia para abrir hasta las paredes...Dios! Ahora tendremos que llamar a los fontaneros del cielo...Y ni siquiera sé que explicación darles!!! No toques nada...nada...Quédate quieta!!! Pero respira...respira...Eso sí...Y retén las ganas...que no se vayan...Retenlas!! Ya veremos lo que se puede hacer...
Curioso escrito, Sinis...pero no me asustes!!

Victor E. Alonso Alvarez escribió:En este escrito te llamare Siniestra...

Amiga, rezo por ti? o con los tuyos basta?

secundo las palabras del amigo Sarmiento...

No toques nada...nada...Quédate quieta!!! Pero respira...respira...Eso sí...Y retén las ganas...que no se vayan...Retenlas!!

un abrazo fuerte y grande!

DivinoDemonio escribió:

Siniestra Nostram escribió:

Protegedme de mí,
cuando a solas me sienta perdida
dentro del laberinto sin salida en el que he de vivir.
Protegedme, os lo ruego,
hoy he abierto puertas prohibidas,
esas recónditas que el ser nunca debe descubrir
antes de su hora de partir.

Protegedme de mí,
ya no quiero respirar el aroma de las flores
ni respetarlas en su grata armonía,


gratificante sintonìa en tus lineas ;develo mi vuelo quieto y el parlamento del destierro...
ya sólo veo hojas rotas, marchitas,
que disimulan cada una de sus alegrías perdidas.
Protegedme, os lo ruego,
se me acaban las ganas de seguir.

Siniestra Nostram.