Los ojos de Bernandina no alcanzan al arenal (I)

Viraban sus ojos,aquellos de hace muchos años,tal vez de hace una centuria o de hace diez años;no lo recordaba cuando fue que los observó por primera vez,pero alli estaban frente a él,como dos brazas quemantes y más abajo unos labios que sonreían malevolamente.La noche,en el cafetín,se alargaba lentamente en el estío que no quemaba,indicio de un estigma que descubría el velo a su realidad que llegaba a su fin.Callaba,tratando de no mirar esos ojos penetrantes,absorventes.Callaba,pensando en el devenir,en las alternativas que debería plantearle urgentemente a "la divina",a quien amaba y no a la que estaba frente a él,que era Bernandina.Pensaba,en que si aquella se negara a acompañarlo al fin supremo de su objetivo,tal vez la de ojos y espíritu de adivina se arriesgaría a acompañarlo en ese viaje escabroso que le martillaba el cerebro más y más,pero para esto tendría que bregar mucho,volver a sus conocimientos y practicas de ocultismo,para esto,sin embargo,se necesitaría tiempo y el tiempo era su peor enemigo,corría rápido,demasiado rápido y todas las fuerzas y fibras de su cuerpo-espíritu se iban corroyendo.

Caminaban con la urgencia de ella,el arenal se extendía cansinamente,con viviendas que salpicaban en cuadras y cuadras.Decía por aquí caminan puros desconocidos,ella miraba y decía "quien habla" y se perdían cuesta abajo con la urgencia siempre de ella,de entrar en una vivienda e inmediatamente salir de ella...era de noche,en el cielo no se divisaba ni una estrella,raro ni una estrella...

-Por qué no hablas?
Salían las palabras por esos labios de carmín,esos ojos ya no eran penetrantes,estáticos,ahora eran jugetes de la vida,virando de aquí hacia allá,observando a individuos jóvenes,que entraban y salían del cafetín-bar.
-En que piensas?
Se detenían sus ojos en los tuyos,quietos,observantes; los tuyos,indiferentes,se volvían negativos a las tretas de ella.
Tus ojos se están hundiendo.¿No es así?
Respondías con un tal vez,seco y cortante,pensando tal vez en los años que han pasado y en esos dolores en tu ser-espíritu que te confunden en seguir viviendo o no.

Ella apetecía un cuerpo jóven,desnudo y en medio del arenal; y allí estaba tu deseo,surgiendo como por arte de magia el llamado de su inconsciencia...corriste a él para adornarte en su cuerpo,te poseyó y consumió.Larga espera para su regreso,el fingido llorar de sus ojos,el perdóname de sus labios en fingimiento...te convencieron,creiste...
Continuará
MOVS 2010

Amigo José,gracias por el interés,hace tiempo está la segunda y tercera parte.Completo y a su disposición amigo José. Saludos.