La verguenza de estar solo

El techo de la habitación aplasta.
Esta sobre mí, ni quiero mirar
el cielorraso, nos supo admirar
cuando el amor en nosotros se desata.

Duermo boca abajo por vergüenza,
no quiero que me vea solitario
después de creerme propietario
y hoy sin recaudo ni recompensa.

Desde tu abandono duermo así,
no he hecho desde que te conocí,
es vergonzoso mi comportamiento.

Esta habitación es irreal sin ti
es un inmenso vacío. Lo presentí
y tú bien sabes que no te miento.

Ay amigo, la soledad no es motivo
de verguenza.
Te sigo leyendo, continua adelante.
Un abrazo.

no hay verguenza en estar solo amigo! sino todos seríamos unos avergonzados! animooo! besos! que la soledad dance contigo... como lo hace conmigo!