Poema estilo Romeo y Julieta.

Permitidme, mi amor inmaculado
demostraros el brioso peregrinar de mi corazón
con la sonata de la tempestad como tornasol
en un collage de recato desbordado

permitidme parafrasear el infinito
en vuestra piel enjuta a toda maldad,
manantial de láctea dulzura inmaterial,
paraíso ni por Dante antes descrito.

Permitidme saborear vuestra fragancia
con la ávida insensatez de la enhiesta locura
hasta devorar cada milímetro de vuestra hermosura
con mis ansiosas manos, en perpetua prestancia

permitidme bifurcar el torpe destino,
apabullar su mano carente de sensibilidad
y corromper con vuestra imagen su torpe frialdad
volviendo incandescente mi marchito camino

permitidme desbordar vuestra mansedumbre
deleitando con mis besos el hambre de vuestra boca
hasta colapsar la razón y derrumbar cada roca
que sella vuestra alma, y diluir toda herrumbre

permitidme enseñaros el canto de cada lucero
que en concordancia con su faz obnubila el firmamento;
Permitidme, mi joven mozo, declarar este juramento
permitidme, mi amor, ofrecedle el mundo entero…