Comprende mi silencio.

Escucha susurrar autista mi mente
con desvaríos y lúgubre arpegio
sin definir correcto o sacrilegio
sin comprender el ciego presente

copiosamente embadurnada
en los tintes de la insensatez;
Siempre fui loco, ya lo vez
la razón concluyó siempre superada.

Pero aún entre juglares de totora
mis ojos te buscan con devoción
con la añoranza de la nueva estación
sin medir mas universo que el “ahora”

no aprendo aún a decirlo
se extinguen todos los formularios,
todos los idiomas son refractarios
el mundo desfallece en su torpe equilibrio.

No me quedan para interpretar roles
en esta tragedia delineada de irrealidad
solo un amasijo de póstumo suspirar
una condena de ocres sinsabores

Me conformo con admirarte
en tu beatica perfección
causante de perpetua conmoción
delicada como el más bello estambre;
Contemplar tu pureza sigilosa
que amaina el tornado de mi desventura,
acariciando tu faz plagada de hermosura
en vítrea gesta, donde el paraíso roza.

Comprende mi silencio de rendido trovador
y los sonetos de abatida beligerancia
de un desertor de la vida y su vacua elegancia,
misionero excomulgado otrora ganador

comprende el deshielo de la noche imponderable
su manto de miseria que arropa mi deseo.
Comprende, pequeño, lo mucho que te quiero
y desgarra esta espera rapaz y asfixiante…