Que puedo hacer,
Mi luna…
Pues de mí vientre ha salido una hija ingrata,
Que con indiferencia y olvido por guarura,
Me encierra en cuatro paredes pues así,
A su vida no perturba una humilde anciana…
Quiero que este conmigo…
¡¡Pero mi plan no ha de fallar!!
Soy vieja pero muy astuta.
-¡hija quiero que sepas que como yo nunca supe cómo se maneja un banco, y menos las tarjetas de crédito, quiero que me ayudes!…
Todos mis ahorros están en este cofre, que está lleno de monedas de oro,
Como soy muy anciana y testaruda, te pido me ayudes a no estar tan sola, pues como tú sabes todos saben que vivo sola, tengo miedo de que le pase algo a tu patrimonio,
Pues es lo único con lo que cuento, contando esta vieja casa…
Y como sabrás todo esto eldia que fallezca será tuyo.
Sin pensar la hija.
Corrió a su casa para irse a vivir el tiempo que le restaba de vida a la señora,
Aun que no era de a su agrado, el vivir con su madre, la avaricia era más grande…
A tal grado que la hija, hasta había veces que dormía en cama de su madre…
El día que falleció la señora.
La hija con ímpetu:
Pensó como mi madre ya murió al fin, se merece un funeral a de lujo, pues lo que gaste lo recuperare, con el dinero que hay en el cofre…
Que debe ser bastante pues no lo puedo mover ni tantito.
Después del funeral, la ingrata hija; hasta los tacones rompió pues corrió abrir el cofre…
Cuando lo abrió,
La ingrata hija dijo:
¡Maldita vieja si aquí no hay nada más que piedras y corazones de papel!...
Sin pensar se puso a contemplar, las letras que grabas en cada corazón,
Que decían;
Querida hija perdóname, por tal engaño.
Solo quería pasar mis últimos días felices a tu lado.
Perdóname hija.
Por amarte tanto…
Por tal engaño…
La ingrata séllenlo de escalofríos,
Pues de sus ojos una lagrima fría,
Corrió por su rostro…
Y de topes se dio la ingrata,
Pues cedió cuenta de que llano hablaría,
Con aquella vieja molesta que la vida le diera…
(“que injusta y que cruel es la vida, pues no los valoramos cuando un están un lado de nosotros, lamentamos la ausencia de ellos cuando un consejo ya no nos pueden dar.”)
Mi luna…
Pues de mí vientre ha salido una hija ingrata,
Que con indiferencia y olvido por guarura,
Me encierra en cuatro paredes pues así,
A su vida no perturba una humilde anciana…
Quiero que este conmigo…
¡¡Pero mi plan no ha de fallar!!
Soy vieja pero muy astuta.
-¡hija quiero que sepas que como yo nunca supe cómo se maneja un banco, y menos las tarjetas de crédito, quiero que me ayudes!…
Todos mis ahorros están en este cofre, que está lleno de monedas de oro,
Como soy muy anciana y testaruda, te pido me ayudes a no estar tan sola, pues como tú sabes todos saben que vivo sola, tengo miedo de que le pase algo a tu patrimonio,
Pues es lo único con lo que cuento, contando esta vieja casa…
Y como sabrás todo esto eldia que fallezca será tuyo.
Sin pensar la hija.
Corrió a su casa para irse a vivir el tiempo que le restaba de vida a la señora,
Aun que no era de a su agrado, el vivir con su madre, la avaricia era más grande…
A tal grado que la hija, hasta había veces que dormía en cama de su madre…
El día que falleció la señora.
La hija con ímpetu:
Pensó como mi madre ya murió al fin, se merece un funeral a de lujo, pues lo que gaste lo recuperare, con el dinero que hay en el cofre…
Que debe ser bastante pues no lo puedo mover ni tantito.
Después del funeral, la ingrata hija; hasta los tacones rompió pues corrió abrir el cofre…
Cuando lo abrió,
La ingrata hija dijo:
¡Maldita vieja si aquí no hay nada más que piedras y corazones de papel!...
Sin pensar se puso a contemplar, las letras que grabas en cada corazón,
Que decían;
Querida hija perdóname, por tal engaño.
Solo quería pasar mis últimos días felices a tu lado.
Perdóname hija.
Por amarte tanto…
Por tal engaño…
La ingrata séllenlo de escalofríos,
Pues de sus ojos una lagrima fría,
Corrió por su rostro…
Y de topes se dio la ingrata,
Pues cedió cuenta de que llano hablaría,
Con aquella vieja molesta que la vida le diera…
(“que injusta y que cruel es la vida, pues no los valoramos cuando un están un lado de nosotros, lamentamos la ausencia de ellos cuando un consejo ya no nos pueden dar.”)
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