El color de mi nombre ha latido
bajo esperanza de un único permiso,
que bajo estrellas, hacia un gemido
fue dando vueltas sobre su propio rizo...
Golondrina de sol, de roja estirpe
vanagloría su teatro, moraleja
que sobre el alba estero espeja,
galardonando su semántica y su sierpe...
Rojo atril cuyo aledaño fragua adose
sobre el suspiro de mi fragua y de mi espejo,
sobre el volátil cuadrilátero el reflejo
de mis dos alas sofrenando lo que roce...
Mi verbo adentra, mi sol venéreo aflige
sobre la rubia entonación de mi agua brinca,
y en mi consuelo, el aluvión sobre el que rige
bandada a un solo viento, mi amor se afinca...
Enero busca la manera de sondearse,
sobre la huella de la vil astucia, arde
en la memoria de mi única cobarde...
Sobre resto, mi sol despliega amarse,
sobre la ruin escala de mi adentro
y en mi fúlgido blasón espera un centro
de rojos atardeceres y besos quemen
sobre el baluarte de mi voz, tus ojos amen.
Boca, que la luna no se guarde
para platear su aroma tan terrestre
y haga burla de su sol temido adestre,
de tu ilusión y tu cara sol, la tarde...
Mi roja función de temas tan viriles
como la sombra de mi ego, tan pueriles
como el ábaco de luz que me propagas,
es la huella de mi sombra, frutas pagas...
El sendero de mi luz es mi teatro,
sobre el mar, mi adentro, mi arrebato
y mi luna, mi amor, tu lozanía, encuentro.
Viaja en mi dócil atavío la constancia donde mato
el rojo placer de la bóveda del verso, conmovida
sobre el arte de mi miel que busca anhelo,
y en el arte de mi voz, canta tu vuelo
sobre el arte de tu voz y tu partida...
Mi luz sobre la ágil canción que puebla goces,
enhebra llanos de sol bajo querubes,
y sobre el arte de tu voz, latir de bruces
haces gemelo atardecer, tu boca subes...
El arte de mi sombra es tan corriente,
que la luz de un amanecer cercano
toca las nubes de tu amor en el Verano...
...Y buscas en tu ser tu alma latiente....
Vuelan tus ojos con el vuelo de las arpas,
y las liras de tu sien son dobles músicas,
que abrevan de tu ser la oscuridad, las carpas
donde tu luz maneja el vino de las risas,
y en tu sendero de pasión la vida corre
por el sendero de efusión, mi sola torre:
eres el río que entibia mi ilusión, temida,
sobre la menta que da de beber tu huida...
Hasta que el joven licor del alba ciega el rostro
no cabe en mi esternón la joya del delirio
que como un ágil estupor, ya sólo un cirio
no bermeja la crin nevada del sol bajo alabastro
de un cielo que recubre el blasón de tu escultura
nevada, sólo el cielo me clausura, irisando tu aventón
bajo las nubes, la lluvia me recala, y sobre tu cintura
aquélla luz es tersa, inmóvil, vil guitarra: la canción...
Sobre ciegas coplas arde, en mi corazón, la torre,
en mirada mi color, sobre ti, corre...
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