A medianoche

A medianoche se escuchó un estruendo,
se levantó agitado a ver qué era,
quizá un ladrón, quizás una gotera
o un terremoto el mundo sacudiendo.

No se vistió, todo por ir huyendo
de la erupción, del sismo o lo que fuera,
mas tropezó al llegar a la escalera,
cayó, toda la casa sacudiendo.

Cayó un jarrón y el hombre fue muriendo,
llorando de dolor y una postrera
plegaria al fin del mundo repitiendo.

Volvió el silencio a la mansión entera,
sólo un rumor de nuevo se fue oyendo:
el de un ratón royendo la madera.

11 06 10

HOLA OSCAR! FINAL ALGO IRONICO EL DE TU POEMA, ES EQUIVALENTE AL SOBREDIMENSIONAMIENTO DE LAS DIFICULTADES "AHOGARSE EN UN VASO DE AGUA". GRACIAS POETA POR COMPARTIRLO

actuar sin calcular los riesgos... o dejarse llevar por los miedos más grandes... en fin... otro poema más que me asombra de ti!

Gracias, poetisas, y como dicen no es valiente el con menos miedo, sino el que mejor los enfrenta. Aunque sea para oir roer nuestras maderas. Un abrazo para ustedes.-