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por Elvira Galeano Mar Jul 27, 2010 9:40 pmEsa tarde cuando salimos de casa, fuimos a San Tropel, un sitio de moda, para pasarla bien, música con los mejores Dj, comida internacional, moda con hermosas modelos que interactuaban con el público, presentando los atuendos de diseñadores famosos. Los meseros, hombres y mujeres eran hermosos, ellas con un diminuto traje impecable que dejaba ver el largo de sus piernas y ellos con un pantalón y una chaqueta sin mangas que hacía resaltar sus musculosos brazos, en fin aquel lugar era espectacular. La bella mesera vino hacia nuestro grupo, no he dicho que en total llegamos, John el novio de mi hermana, abrazado a ella como si fueran uno solo, Roger con su amigo Alex que alardeaban, que de ahí, saldrían con la chica más linda, Susanita, hija del padrastro de mi esposa, ellas dos se querían mucho. Solo me hace falta nombrar al amigo de Susanita, un chico al que ella nombraba cada cinco minutos pero que ninguno conocía, excepto mi esposa. La mesera señaló el lugar que debíamos ocupar, nos pareció estratégico, no nos perderíamos de nada, además para dicha de mis dos amigos Alex y Roger a nuestra izquierda había una mesa con tres bellas mujeres, aunque para mi gusto, muy delgadas, seguro serían modelos de las que comen zanahoria con rábano de desayuno, de almuerzo y de comida y hasta anoréxicas. A mi derecha en otra mesa, solo había un personaje vestido de negro de pies a cabeza, de traje y con un sombrero que tapaba parte de su rostro, pero que aun dejaba ver que el individuo no quitaba la mirada de la mesa donde estaban las chicas ,se notaba que estaba en el mismo plan que mis amigos. Nos sentamos y le pedimos a la mesera después de mirar la carta de bebidas, ella se retiró para traernos lo pedido, volvió muy rápido y nos estaba sirviendo cuando llegó el amigo de Susanita, saludando aquí y allá, hizo algún comentario del sitio mirando a su rededor, cuando vio las chicas de la otra mesa le guiñó un ojo a los muchachos con cara de complicidad, esto no le gusto mucho que digamos a Susanita , la cara que puso indicaba lo disgustada que estaba, se notaba que estaba muy enamorada de Mauricio, quien seguía mostrando una actitud de conquistador que se borró de su rostro, al dirigir la mirada hacia la mesa donde estaba el tipo de negro, empezó a sudar y a los pocos segundos de descubrir al vecino, sus manos temblaban. En este momento de la noche ya mis amigos se habían dirigido a conquistar a las chicas, mi esposa y Susanita se fueron para el baño y el tipo de negro tampoco estaba en la mesa , esto pareció tranquilizar a Mauricio que después de tomarse un largo trago de vino, se fue a conquistar a la chica que quedó sola, en ese momento las luces se apagaron y el animador del sitio pidió toda la atención ya que iba a empezar el desfile de modas ,poco antes de encenderse las luces mi esposa y Susanita volvieron del baño y segundos después de prenderse Alex y Roger y sus conquistas empezaron a gritar. En el piso bocabajo, estaba Mauricio con un cuchillo en la espalda justo detrás del corazón, su muerte fue instantánea y la muchacha que estaba conquistando, tenía su cabeza recargada en el espaldar de la silla, con un corte en su cuello, también su muerte fue súbita. En segundos el sitio se llenó del personal de seguridad, que inmediatamente hizo que los hombres y las mujeres hiciéramos dos filas y no permitieron que nadie saliera del lugar. No había pasado mucho tiempo cuando llegaron las autoridades y la primera pregunta que hicieron fue que quien conocía a las víctimas, todos los de nuestro grupo nos miramos y yo tomé la decisión de ser el que contestaría las preguntas, les expliqué que a Mauricio sí lo conocíamos, aunque no hacía mucho tiempo, lo que no hice, fue contar que él era muy amigo de Susanita quien estaba tan pálida y conmocionada que en algún momento creí que iba a dejar de respirar, mi esposa la abrazaba y trataba de tranquilizarla y me miraba como pidiendo ayuda, uno de los detectives se acerco a Susanita y le preguntó si lo conocía, ella empezó negándolo pero de un momento a otro, contó desde cuando era su amigo. El detective se me acercó, y dijo que estaba muy raro que no le hubiese contado de la relación de Susanita y Mauricio ,yo le aclare que se me había pasado por alto y además le conté la reacción que yo había visto en la víctima al ver al hombre de negro de la otra mesa y que yo lo había visto mirar mucho hacia la mesa donde estaban las modelos, y una de ellas era además la otra víctima, el agente tomó nota y pregunto a los meseros por el personaje, estos dijeron algo en voz baja y el agente público movió su cabeza asintiendo, luego marcó un número en su celular y como sorprendido de lo que escucho lo apago y volvió al ataque con sus preguntas. Esta vez las preguntas fueron, para las modelos amigas de la víctima, quienes aseguraron que la habían conocido esa noche en el evento y que era muy poco lo que hablaron y aunque la chica estaba un poco nerviosa, no podían creer que alguien la hubiese asesinado, menos aun sabiendo que la modelo les había contado que su padre la había descubierto trabajando de modelo y que estaba mirándola desde la mesa contigua, era el hombre de negro.
El detective volvió el rostro, nuevamente, hacia Susanita, quien empujo a mi esposa y la señaló con un dedo, diciéndole que rompía el pacto, que consistía en contratar a un mesero para que cortara el fluido eléctrico y en ese momento matar a Mauricio, con el cuchillo que mi esposa le dio y mi esposa con otro a la modelo, que supuestamente estaba seduciéndolo. Todos mirábamos sin entender nada, pero aterrados, de pronto mi esposa quiso abrazar a Susanita, y le gritaba que la amaba, que por favor se callara, que no debían de arrepentirse de haber acabado con la vida de la mujer, que quiso quitarle el amor de Mauricio y a Mauricio, que quiso quitarle el amor de Susanita.
Mi hermana y su novio me miraron con pesar, y en sus ojos pude ver que ellos estaban enterados de la relación entre mi esposa y su hermanastra, yo volteé a reclamarles su silencio, pero me contuve , no había caso y desde ese día me volví, un solitario silencioso, cuya única pasión es, leer y releer este escrito.
El detective volvió el rostro, nuevamente, hacia Susanita, quien empujo a mi esposa y la señaló con un dedo, diciéndole que rompía el pacto, que consistía en contratar a un mesero para que cortara el fluido eléctrico y en ese momento matar a Mauricio, con el cuchillo que mi esposa le dio y mi esposa con otro a la modelo, que supuestamente estaba seduciéndolo. Todos mirábamos sin entender nada, pero aterrados, de pronto mi esposa quiso abrazar a Susanita, y le gritaba que la amaba, que por favor se callara, que no debían de arrepentirse de haber acabado con la vida de la mujer, que quiso quitarle el amor de Mauricio y a Mauricio, que quiso quitarle el amor de Susanita.
Mi hermana y su novio me miraron con pesar, y en sus ojos pude ver que ellos estaban enterados de la relación entre mi esposa y su hermanastra, yo volteé a reclamarles su silencio, pero me contuve , no había caso y desde ese día me volví, un solitario silencioso, cuya única pasión es, leer y releer este escrito.
» Déjame unir mi mano con la tuya...
» Tu rostro...
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
» Mi ciudad
» Mujer -reclamo tus rosas-
» La huella del amor...
» Desnuda cadencia...
» Son claveles...