Poema libre, para vos, Meybel,
Tu sonrisa
La claridad de tu risa me despunta, me enmaraña en un cofre de silencios,
me desnuda, me hace hielo y me rebalsa, me hace cien latidos y otros tantos
desnudos de tu miel, en la mañana…
Tu risa esconde la bravura que enaltece,
aquella ternura que me vuelve flores en tu mano,
algodón ó espuma bajo sombras de pobreza
iluminadas en tu artesa, golondrinas de furor, en tu mirada…
Me apeno, me remojo en tu cintura, mi verso ata la estrella
de tu voz que trasunta tal batalla, de tu sombra en la miel de tu muralla,
pequeño ébano de mar, donde me asombras…
Mi rojo amor, va tras tu Circe, y engalana
aquélla hora de mis fauces, sobre el arpa
que desnudas bajo flores de tu aldaba,
mi sombra estéril vuelve piano sombra hermana…
Mi oro fulgente se desnuda en tu silencio, y es de ti el ocaso prematuro
la voz de un arpa bajo liras de futuro
tan sólo hendidas sobre arpas, sesgos, muros…
Así mi vïentre no caduca sobre llanos, de tus cipreses sólo altura, mis dos ramos
de verticales atavíos sobre plumas,
ó que desnudan tus sandalias, vuelta a espumas…
Mi solo beso contrahecho no me imparte,
de la laguna de tu sombra, la mirada,
cual sólo arte de mi voz enajenada,
ó sólo un lirio de mi sombra encarcelada…
De tu sonrojo la gacela se hizo flecha
de lo adusto a mis morales, sombra austera
la voz primera de mi rojo ó sobre el lecho
la Primavera de tu sol en mi Pantera…
Eres mi cielo, eres mi sol, eres mi rosa, eres mi lirio,
tan sólo alada de mi voz y mi delirio,
ó ya ecuménica sonrisa bienamada,
de sólo sal y penumbras, enraizada…
Mi solo viaje a tu boca me desnuda,
sobre la cuenca de tu frío acaudalado,
y en el proclive lento mar de mi amor nado,
bajo mi sombra, tú, mi amor, mi sombra muda…
Sobre el destello, mi amor caro en mi fragancia no traía la noche,
vituperando el alcohol que en mí regresa sólo a nado
sobre la cresta de la luna de mi cielo acicalando
de mi sonrisa ya el espejo ó el desierto a tus orillas…
Mirada es noche, no es estrellas si no brillas
sobre el estero, tus rojos pasos hacen miel de buhardillas,
mi sólo celo, no mi adusto sin fin hecho pedazos
de mi ribete de luz, hecho cadencia ó arañazos…
La sombra me prepara en mi ígnea luz endecha,
sobre la fragua deshecha, a mi luz, pura cadencia,
sobre los vates que te nombran sobre el cielo de mi ciencia
no mi estrambote, risa, mi desnuda transparencia…
No mi certera noche encauza a mis suspiros la mirada
de aquélla luz endeble, tan pasiva voz endecha
sobre la causa deshecha,
de mi sombra en la mañana…
…verter bajo tus horas aquélla huella de antesala…
Sobre la tea desmesura tu silencio ya en el cauce
de mi mañana contrahecha, ó mi suspiro hecho derräme
de la flor que en ti se ame, ó la flor que más te ame,
su perfume hecho silencio, de mi voz, que no te aclare…
Sólo hiela de mi luna mi semántica hecha dote,
fraguando de tu doncella la Lira de las mil notas,
que penetra a cuenta olas de su viaje de rocines,
por sobre el ala distingo, aquélla luz del velamen…
Oh tú, mi delirio, oh tú mi risa hecha nïeve, sobre vasta Primavera
de luz entre boca y cirüela,
alaba la fornitura de tu mágica Escuela,
de tu Luz hecho silencio, de mi voz en mi cautela…
Sombra enhiesta sobre sömbra, luz, y sólo arte, a la deriva
sobre el problema de mi sola partida
hasta tus labios desnudos, ó boca que me reciba…
Mi sombra es sólo el lecho donde nevara tu rosa,
alcor sobre la tea, tu mirada esplendorosa…!
Tu sonrisa
La claridad de tu risa me despunta, me enmaraña en un cofre de silencios,
me desnuda, me hace hielo y me rebalsa, me hace cien latidos y otros tantos
desnudos de tu miel, en la mañana…
Tu risa esconde la bravura que enaltece,
aquella ternura que me vuelve flores en tu mano,
algodón ó espuma bajo sombras de pobreza
iluminadas en tu artesa, golondrinas de furor, en tu mirada…
Me apeno, me remojo en tu cintura, mi verso ata la estrella
de tu voz que trasunta tal batalla, de tu sombra en la miel de tu muralla,
pequeño ébano de mar, donde me asombras…
Mi rojo amor, va tras tu Circe, y engalana
aquélla hora de mis fauces, sobre el arpa
que desnudas bajo flores de tu aldaba,
mi sombra estéril vuelve piano sombra hermana…
Mi oro fulgente se desnuda en tu silencio, y es de ti el ocaso prematuro
la voz de un arpa bajo liras de futuro
tan sólo hendidas sobre arpas, sesgos, muros…
Así mi vïentre no caduca sobre llanos, de tus cipreses sólo altura, mis dos ramos
de verticales atavíos sobre plumas,
ó que desnudan tus sandalias, vuelta a espumas…
Mi solo beso contrahecho no me imparte,
de la laguna de tu sombra, la mirada,
cual sólo arte de mi voz enajenada,
ó sólo un lirio de mi sombra encarcelada…
De tu sonrojo la gacela se hizo flecha
de lo adusto a mis morales, sombra austera
la voz primera de mi rojo ó sobre el lecho
la Primavera de tu sol en mi Pantera…
Eres mi cielo, eres mi sol, eres mi rosa, eres mi lirio,
tan sólo alada de mi voz y mi delirio,
ó ya ecuménica sonrisa bienamada,
de sólo sal y penumbras, enraizada…
Mi solo viaje a tu boca me desnuda,
sobre la cuenca de tu frío acaudalado,
y en el proclive lento mar de mi amor nado,
bajo mi sombra, tú, mi amor, mi sombra muda…
Sobre el destello, mi amor caro en mi fragancia no traía la noche,
vituperando el alcohol que en mí regresa sólo a nado
sobre la cresta de la luna de mi cielo acicalando
de mi sonrisa ya el espejo ó el desierto a tus orillas…
Mirada es noche, no es estrellas si no brillas
sobre el estero, tus rojos pasos hacen miel de buhardillas,
mi sólo celo, no mi adusto sin fin hecho pedazos
de mi ribete de luz, hecho cadencia ó arañazos…
La sombra me prepara en mi ígnea luz endecha,
sobre la fragua deshecha, a mi luz, pura cadencia,
sobre los vates que te nombran sobre el cielo de mi ciencia
no mi estrambote, risa, mi desnuda transparencia…
No mi certera noche encauza a mis suspiros la mirada
de aquélla luz endeble, tan pasiva voz endecha
sobre la causa deshecha,
de mi sombra en la mañana…
…verter bajo tus horas aquélla huella de antesala…
Sobre la tea desmesura tu silencio ya en el cauce
de mi mañana contrahecha, ó mi suspiro hecho derräme
de la flor que en ti se ame, ó la flor que más te ame,
su perfume hecho silencio, de mi voz, que no te aclare…
Sólo hiela de mi luna mi semántica hecha dote,
fraguando de tu doncella la Lira de las mil notas,
que penetra a cuenta olas de su viaje de rocines,
por sobre el ala distingo, aquélla luz del velamen…
Oh tú, mi delirio, oh tú mi risa hecha nïeve, sobre vasta Primavera
de luz entre boca y cirüela,
alaba la fornitura de tu mágica Escuela,
de tu Luz hecho silencio, de mi voz en mi cautela…
Sombra enhiesta sobre sömbra, luz, y sólo arte, a la deriva
sobre el problema de mi sola partida
hasta tus labios desnudos, ó boca que me reciba…
Mi sombra es sólo el lecho donde nevara tu rosa,
alcor sobre la tea, tu mirada esplendorosa…!
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