VII: Ocaso alicaído.

Arde junto al ocaso
mi cobarde corazón.
El viento apuesta sus derrotas,
lamenta cada bocanada de pasmos.

El silencio empaña sus ganas
y lo convierte en presa de circo;
ya es maniquí sonriendo en su supino,
encerrado en una vulgar vitrina ambulante.

Aumenta la angustia,
y mi corazón ríe de rodillas
cuando la ciudad le alcanza
para dejarle hundido en su cañería,
bastante estancada y pueril,
dimorfa de toda esperanza.

El ocaso se infesta, alicaído,
y acaba el brillo de mis ojos
con extraña suspicacia.
Mi corazón está rendido
como un ignorante fundamentalista
que no consigue su designio;
como un paranoico propagandista
rodeado de matones bajos y fornidos.

Arde el ocaso en su fiesta demencial.
Y en mi interior, mi alcatráz...
Juega el silencio conmigo;
condena mi mequetrefe corazón
oscuro y mortecino,
hasta que crispa el último suspiro de mi voz,
para hacerme fracasar.

Estupor réprobo que me asesina
el corazón mórbido y malherido.
No hallo la salida a esta dolencia
que aturde mis sentidos,
y me avisa que mi dador de vida
en cualquier momento expirará.

Malditas arritmias cardíacas,
que me atizan, sin pena y ritmo,
y derrotan mis ganas de prosperar.

Arde junto al ocaso mi cobarde corazón,
que amorfo eleva sus latidos sin cesar,
y me condena a esta asquerosa fibrilación ventricular.
Se le acaban las ganas,
perdió las pérfidas salidas, las últimas barajas.
Mi corazón va a estallar.

Siniestra Nostram.

Mi corazón está rendido
como un ignorante fundamentalista
que no consigue su designio;
como un paranoico propagandista
rodeado de matones bajos y fornidos

maravilloso lu, maravilloso uno de tus mejores poemas...

Es una alegría leerte esas palabras. Si me muero al menos me las llevaré de recuerdo. Porque ya voy viendo qué tan complejo es andar a cuestas con una enfermedad.
Gracias por tus palabras, Andica.

Siniestra Nostram escribió:Es una alegría leerte esas palabras. Si me muero al menos me las llevaré de recuerdo. Porque ya voy viendo qué tan complejo es andar a cuestas con una enfermedad.
Gracias por tus palabras, Andica.

perdona me preocupe pero acaso tienes una enfermedad? perdona si mi pregunta si incomoda

besos

Bueno no es nada grave tampoco, hacía alusión a la tiroides, que hiere el corazón... Es una especie de tragedia rimbombante a consecuencia del uso prolongado de una medicación. A cuidarse la glándula todos, no acaben alterados, como yo. El que necesite consulta que avise, ya tengo doctorados hechos en la cuestión, (risitas). Todo bueno, relax. Sólo es que a veces cuando el corazón se pone violento provoca soltarlo, y sinceramente, no tuve más remedio que manifestarme a través del poema. Aunque creo que fue un error... Realmente no es mal del otro mundo.
Gracias por la preocupación, Her lindo.
Recibe un cálido abrazo tan grande que haga sombra.

Siniestra Nostram escribió:Bueno no es nada grave tampoco, hacía alusión a la tiroides, que hiere el corazón... Es una especie de tragedia rimbombante a consecuencia del uso prolongado de una medicación. A cuidarse la glándula todos, no acaben alterados, como yo. El que necesite consulta que avise, ya tengo doctorados hechos en la cuestión, (risitas). Todo bueno, relax. Sólo es que a veces cuando el corazón se pone violento provoca soltarlo, y sinceramente, no tuve más remedio que manifestarme a través del poema. Aunque creo que fue un error... Realmente no es mal del otro mundo.
Gracias por la preocupación, Her lindo.
Recibe un cálido abrazo tan grande que haga sombra.

te mando otro que haga luz en las sombras ...

Hay, qué lindo... "Que haga luz en las sombras". Eso sonó mejor. Pero que quede claro que no pretendía obstruírte tu campo áureo. Que la luz te envuelva, Her.

Si, en efecto...ese ocaso está alicaído...A tí, que tanto te gustan los ocasos...Qué paradojas nos trae la vida, verdad? Ahora lo vamos a tener que repintar...Pero antes debemos resolver una duda...Estás segura que era el ocaso?? Mira que a veces es el amanecer y engaña...Hay amaneceres que dan pataditas por lo bajo a los ocasos...y entonces la cuestión es otra... Bello escrito, Siniestra...Hay arritmias que nos llevan por el camino de la amargura...y caminos que se hacen arritmia a fuerza de desvelo...Un abrazo, corazón.

No lo sé. Antes era el amanecer, ahora repentinamente arruina mi ocaso. La paradoja venía sellada desde mucho antes de que la enfermedad se enclaustrara. Yo estoy haciendo magia tratando de ilusionar mi designio en nuevas barajas, es la única vía que tengo; y pienso que aún es pronto para rendirse. Repintar mi ocaso... Curiosa la cuestión, pero creo que puedo hacerlo, veremos cómo me va en el intento.
La amargura no es para mí.
Abrazo, G.

Qué delicado tu canto amiga... lo he sentido en el alma...un abrazo!!!!

Hola, Vampiresa... Muchísimas gracias por pasearte por mis letras. Es un gusto para mí que te haya gustado el poema.
¡Recibe un abrazo...!

bella, mi bella Sinis... a pesar de la enfermedad, espero que ese corazón encuentre un renuevo... y que lata al ritmo de la vida y la felicidad... un abrazo cálido para él... y todo mi cariño... (somos compañeras tirodeicas, jajajaja) besos!

¡¡Gracias, Lore!! En eso ando... Recuperándome poco a poco. Al menos estoy activando el corazón alterno (el que no se ve pero que existe y es). Si falla uno me suplantaré la vida con el otro, jajajajaja, menuda agracia; bueno sí que sí.
Otra sorpresa... No lo sabía. Te mando un abrazo fraternal... ¿Son ideas mías o será verdad que esta enfermedad es un verdadero asco?
Abrazos, Lore Lore... Lore bella