Antol... Ahora soy Antol.

¡Ay, mujer! Pues escogiste el más adecuado, los demás míos ruego no los leas porque son un crisis total (de verdad). Éste es sólo una proyección de mí. Porque hasta los momentos no me han comunicado que no soy Antol, o Siniestra, o jodida zurda discriminada. En fin... Tú dale la vuelta cuantas veces quieras, que yo no diré que no.
Gracias por pasarte por este rincón de mi escondrijo y por tus palabras, que son valiosas para mí.
Abrazo.

Es un ir y venir en metamorfosis de un alma o mente que juega dentro...ay siniestra o antol una filosofica y esplondorosa en su manejar del lenguaje, que intento aun destinar a donde va el fin de todo, y que logras que mi mente piense y analice una y otra ves tu escrito.

jajajja hermoso

Muchísimas gracias por tus palabras, queridísimo Neptuno de mis aguas. Te digo que éste escrito se manejó solito, es complejo explicar qué vieron las musas para motivar el poema. Pero te diré que aunque todo el escrito en sí, se consuma de manera misteriosa e irreal, no se excluye de toda su verdad. Y resplandece como la dualidad "Helios-Apolo", ¿sabes? Comprender un progreso es complicado, pero yo, ya estoy sintiendo que la musa está evolucionando. Tanto como lo aclaraba Michio Kaku con sus teorías del Hiperespacio o en su física de lo imposible, que hoy en los corrientes, para mí, ya es una plena realidad. Es algo cósmico y universal, humano y natural, divino... ¡Y existencial...!
Gracias por visitar mi espacio,
Eternos abrazos.

[b]Si mal no lo he entendido... que todo pudiera ser... El estado de ánimo que describes en tu maravilloso poema; sin entrar a valorar tu nueva metamorfosis en Antol, o lo que sea, me resulta alucinante. Tienes la virtud, amiga mía, de manejar el verbo a tu capricho, para vestir la idea, que las musas u otros entes aún más especiales no dejan de parir constantemente en tu cerebro. Si bien es verdad, que, a veces las vistes tan primorosamente, que el resplandor de sus oropeles no nos deja ver el contenido. Pero es igual... ¿Para que está si no, la imaginación...?
Abrazos, amiga.

Hola queridísimo amigo G., tengo que comenzar diciendo un: ¡Sí...! Jajaja, ¡es hermoso! Vaya con Antol, sí que sí... Nombre curioso, pero me agrada. Lo del paso acelerado es porque quizás yo figure como una perfecta urgida, jajaja. Todavía no me hayo con el ritmo. Veremos qué sucede; espero también eliminar mi esencia díscola para envolverme en una atmósfera melódica... Que me deje ser... Porque a veces siento que me corrompe el lado vicioso... No es porque yo quiera, es porque llega a mí para torcerme los brazos, para atarme y hundirme adrede; no obstante lucharé. (Voz de ente suntuoso).
Aw... Sí sé adónde voy... ¡Y es espléndido...! Y sí da vértigo, ¿pero sabes? ¡No me da miedo...!, puede que sean mis ansias, pero si me entra luego, sinceramente no me importa, jajajaja, ahí lo supero. "(...) Hay compañías que te asesinan con premeditación y alevosía...pero de gusto...pero de gusto!!!!" ¡Siiiiiiiiiii...! Eso es algo que me hace supremamente feliz. ¿Qué regalo te traigo del viaje? Dímelo lo antes que puedas porque en cualquier momento arranco, jajajajaja. Así sin previo aviso y sin anestesia. Es algo incontrolable. Bueno, ya lo paro que sino llego al vivero.
Gracias por comentar, G., eternos abrazos.
(Sonrisa).

Pues vaya con Antol!!! Lo del paso acelerado, me lo dices o me lo cuentas??? jejejejeje Amiga, más de uno va a pensar que alucinas en colores...sin caer en la cuenta que los modernos alucinados son los antiguos maravillados...Es decir, los mismos de siempre...Lo cual es un alivio, un profundo alivio. Bien, llegados a este punto, sólo me resta decir: ¡Feliz viaje! ¿Adónde? ¡Tú sabes, tú sabes! ¿Qué te voy a contar? Pudiera ser que aquí llegaras tarde, pero luego has corrido como el mismo diablo cuando le queman el rabo...Ha sido un ver y no ver...Y oye! Hasta causa vértigo!!!! ¿Verdad que es hermoso? ¿Verdad? Sí, claro que sí...Sólo por eso da gusto estar aquí...Hay compañías que te asesinan con premeditación y alevosía...pero de gusto...de gusto!!!!

No, no son mis ojos los que ven.
Cerrados sé que esperan el resplandor del sol.
Ya no necesito protección; pero sí compañía, lo sé;
son las huellas que afloran en comunión.

Los ojos sólo conforman la puerta.
No es que oigan, no es que vean,
no es que hablen mal;
es el crepúsculo y su eufonía esbelta.

No, no son mis ojos los que ven.
Soy yo.

Me refugio en mi suplemento de color;
pero no es la mandalina que suena,
y en mi oído retruena,
sólo es mi estado mágico de sopor.

No, no son mis ojos los que ven.

Tener algunos öres para la caridad...
No, así quizás me sienta un poco peor.
No son mis ojos los que ven el televisor tecnicolor;
es mi fuero, es mi Yo, ¡y no es una alucinación!

No, no es alucinación.

¿Hablamos de la torre? No, por favor, estoy comiendo.
¿Escuchamos las voces mudas de los dos? No mientras veo.
¿Por qué no leemos? No, ¿no ves que estoy durmiendo?
¿Qué harás al respecto? Bueno, todavía estoy sintiendo...

Me estoy situando en mi fuente,
y el torrente virginal no está ausente,
me elevo al centro, al encuentro y me entrego;
lo que me hace sentir que no me muero,
¿pa' qué? ¡Si justo hoy es cuando disfruto
de los ocasos en pleno silencio!

Mis tropiezos pasados ya no son quebranto;
sólo fue un espejismo del paso anterior estancado,
en el que me vi errando, desesperada y llorando,
por no encontrar una certera solución.

Ahora regresa la historia, comienza la función.
Estoy contenta por ir a mi paso,
-sí, muy acelerado-; pero es lo que hay,
y yo no pretenderé decir que no.

Lo que conduce es la escalera,
trayectos infinitos largos, pesados
y livianos, felices... No es pasajero.
Lo precioso del camino es la compañía,
uno no puede ser sin el otro,
el sueño anterior tiene que ver con dos; creo.

Lo que importa es estar observando,
despierta, bien espabilada y atenta,
ajenas a tormentos pasados innecesarios.
Creo que no volverán, al menos por los momentos.

El proyecto venía creándose desde muy atrás,
por eso llegué tan tarde, aunque asistida, (sonrisa).
Y ando como uno más, a la deriva;
en ésto tan hermoso que brilla.
Es tan comprensivo que siendo presa,
soy libre como las aguas de mi núcleo...
como mi cielo feliz y mis figuras geométricas.

Pero hoy, con nariz y pelos mutados...
con otro cuerpo, más musculoso
y conservado... Me elevé desnuda al cielo.
Y de allí un infinito manto me cubrió,
hasta que llegó a mi centro, a mi corazón,
y comenzó la fusión... Entre el núcleo
terráqueo y mis manos de flor.

No es que pierda el control, no.
Simplemente soy yo... Antol.
Sí, un susurro me llamó "Antol".

Toma ya.

Siniestra Nostram.