[b][center]Es necesario hacer una pausa en la carrera:
salirse del rebaño, que ciego y en tropel
galopa, a sus instintos de bestia siendo fiel,
por este mundo azul, ya en su frontera.
En los umbrales mismos de los cielos,
¡oh vanales anhelos!
está el primate erguido,
de vanidad y soberbia el pecho henchido.
Mas, ¿Qué hemos conseguido...?
Si no, proseguir la sintonía
de los que ayer nos precedieron
por el camino abrupto de la vida.
¡Es hora de sentarse!
Aterida la huella de una mano dejamos
en la oscura pared de una caverna,
y la de un pie dejamos en la luna.
Mas, ¿Qué hemos conseguido...?
Si no, un horizonte más amplio
donde igualmente naufraga la miopía
de nuestros ojos tristes.
¡Es hora de sentarse!
De dialogar con lo que aún nos queda
de divino; luego quizá cambiemos
de camino para encontrar la paz.
¡Es hora de pensar!
De hacer filosofía.
De escuchar la voz que clama en el desierto.
De deponer las armas que empuñamos
contra nuestros hermanos,
desde el alba lejana de los tiempos.
Se reduce la cárcel de hojas verdes;
mas, de proseguir por estos derroteros,
¡aunque conquistemos las estrellas!
Seguiremos presos en campos desolados
repletos de misterios.
Recaredo
[center][center]
salirse del rebaño, que ciego y en tropel
galopa, a sus instintos de bestia siendo fiel,
por este mundo azul, ya en su frontera.
En los umbrales mismos de los cielos,
¡oh vanales anhelos!
está el primate erguido,
de vanidad y soberbia el pecho henchido.
Mas, ¿Qué hemos conseguido...?
Si no, proseguir la sintonía
de los que ayer nos precedieron
por el camino abrupto de la vida.
¡Es hora de sentarse!
Aterida la huella de una mano dejamos
en la oscura pared de una caverna,
y la de un pie dejamos en la luna.
Mas, ¿Qué hemos conseguido...?
Si no, un horizonte más amplio
donde igualmente naufraga la miopía
de nuestros ojos tristes.
¡Es hora de sentarse!
De dialogar con lo que aún nos queda
de divino; luego quizá cambiemos
de camino para encontrar la paz.
¡Es hora de pensar!
De hacer filosofía.
De escuchar la voz que clama en el desierto.
De deponer las armas que empuñamos
contra nuestros hermanos,
desde el alba lejana de los tiempos.
Se reduce la cárcel de hojas verdes;
mas, de proseguir por estos derroteros,
¡aunque conquistemos las estrellas!
Seguiremos presos en campos desolados
repletos de misterios.
Recaredo
[center][center]
Miér Abr 17, 2024 4:52 pm por caminandobajolalluvia
» Déjame unir mi mano con la tuya...
Miér Abr 17, 2024 4:50 pm por caminandobajolalluvia
» Tu rostro...
Lun Abr 15, 2024 3:55 am por caminandobajolalluvia
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
Mar Abr 09, 2024 9:05 pm por caminandobajolalluvia
» Mi ciudad
Jue Abr 04, 2024 1:08 pm por caminandobajolalluvia
» Mujer -reclamo tus rosas-
Jue Abr 04, 2024 1:02 pm por caminandobajolalluvia
» La huella del amor...
Jue Abr 04, 2024 1:01 pm por caminandobajolalluvia
» Desnuda cadencia...
Jue Abr 04, 2024 12:59 pm por caminandobajolalluvia
» Son claveles...
Jue Abr 04, 2024 12:55 pm por caminandobajolalluvia