no me pidas...

No me pidas... que no te extrañe

sería tan absurdo
como querer
arrancarle a un
leopardo
sus manchas

o quizás tan
arrogante como
sacar la sal
del mar
y hacerlo dulce

podría ser
imposible
como borrar
el gris
de este cielo lluvioso

o quizás
tan insolente
como querer
separar
las arenas de la mar

sería tan
ridículo como
querer arrancar
de un bebé
su tierno olor

o de la llama
el ardor
el azul
el rojo
que se mezclan

o pedirle
a la oruga
que no se
convierta
en mariposa

o rogar porque
la flor en capullo
no se abra
al siguiente
amanecer

o pretender
que el agua
no se escape
de las manos
al caer

sería tan
inoportuno
como que
el sol salga
en la noche

o como
robarle
a la niña
virgen
su candor

o evitar
que salga
el humo
del cigarro
al encender

no me
pidas entonces
que no te
extrañe
al partir

no me
insinues
que no te
ame
con intensidad

sería
tan loco
como pedirle
a mis ojos
que no lloren

que no sufran
por tu llanto
por tu dolor
sería así
de absurdo