Otoño

Otoño

Qué es el otoño sino un viejo entre las hojas,
un cordel que estila sangre de una camisa recién lavada,
un trompo en que el viento alza papeles
que no llegaron ni a destino ni al cajón de la basura.
Es una tienda con bufandas como alondras,
un cine sin función más que las nubes sin censura,
un plato de cristal para las aves de la plaza,
un horizonte que se ancló en aquellos barcos del ocaso.
Ni las mujeres que preparan las tostadas,
ni los maridos que a mediodía las traicionan,
ni los idiotas en la lluvia sin paraguas
son tan felices como el oro del otoño.
Dorado cofre repartido por las calles,
monedas pecioladas que los niños coleccionan,
suave humedad en que las piedras tejen musgo,
tibia canción que pone guantes a la espera.
Yo acumulé el tesoro en mis bolsillos,
en mis cabellos, en los libros más amados,
yo regalé la mejor hoja de aquel árbol
y siempre regresé más rico de los parques.
El mismo viento me confundió con el otoño
y desde entonces mi corazón gira en la danza
de aquellas hojas que de ambos se desprenden
al derramarse por la tierra nuestro canto.

11 04 10

Hola Oscar: Bellos versos has escrito. Muy buenas imágenes. Maravilloso final:

"El mismo viento me confundió con el otoño
y desde entonces mi corazón gira en la danza
de aquellas hojas que de ambos se desprenden
al derramarse por la tierra nuestro canto."

Un abrazo.

[b]Maravillosa exposición del otoño, con el cual te identificas, haces amigo Sergio. Me gustó tu poema. Abrazos.

Nunca he vivido un otoño... en mi tierra solamente no existe...
pero tu me has trasladado a vivirlo... gracias amigo por estas letras!

Que buenas imágenes!!! que cuadro tan gris, ocre y dorado has pintado con palabras.

felicidades!!