EL ATAQUE

Lo presentí mientras hacía la fila en la caja del supermercado. De regreso, conduje alterada; sentía su presencia cada vez más cerca. Oscuras y plomizas nubes amenazaban con su próximo aquelarre. Estacioné con excesiva prisa y la torpeza del nerviosismo. Alcé las bolsas y e intenté cerrar con el codo el baúl del coche. Entonces sentí su olor inconfundible... ¡Había llegado! Corrí... Entré por la cocina y dejé caer las pesadas bolsas. Me volví con desesperada urgencia para cerrar la puerta. Ya era tarde... Sentí su jadeo arrítmico y creciente. Mi cuerpo se paralizó y un sudor helado humedeció mi frente. La respiración se dificultó... sabía que estaba allí, detrás de la cortina, listo a descargar su furia sobre mi. De pronto... un feroz latigazo y la cortina se descorrió. Cerré los ojos y caí de rodillas intentando elevar una plegaria, pero su voz tronó, provocándome un convulso estertor que me dobló hasta hacer que tocara el suelo con la cabeza. Una aguda puntada en el pecho y... la voz de Carlos sobre mi:
- Te estaba esperando. ¡Basta de este pánico a las tormentas! ¡Voy a pedirte un turno!

Haay Lilianita, me asusté junto contigo, me intrigaste de principio a fin! El fina fue de alivio uuuff! Sentí la emocion del miedo, y luego hasta me reí del asunto. Muy bueno amiga

Ciertamente me intrigo como una película de Alfred Hitchcok (se escribirá así????) pero por otra parte lo del ataque de pánico es un verdadero problema para los que lo sufren.
Espero que solo sea inspiración.
Saludos

jajaja, me dirvertio mucho jajja, muy bueno. besos

[b]Un buen relato narrado con maestría; porque es de aquellos que permiten al lector elegir una de las puertas en que al final se bifurca. Por lógica, siempre se elige la menos dramática; pero la otra sigue abierta. Abrazos.

Gracias, Reyna querida. Gracias por tu compañía, que siempre me alegra. Te mando un enorme abrazo.

Gracias Miguel Angel, es en mi caso solo poesía, aunque dicen por ahí que algo de biografía tienen todos los escritos (shhh... debo simular compostura con las tormentas fuertes, pero pego cada salto... o me tapo toda, si es de noche). Besos.

Gracias Siberiano. Gracias por tu visita siempre amable. Un abrazo.

Gracias Recaredo, porque siempre estás alentando y apuntalando y animando. Un fuerte abrazo.

La verdad es que quise jugar con el final para provocar un cierto alivio, y arrancar alguna sonrisa. Esa fue la idea: "Uf... no era nada". Pero resulta que, para la persona que sufre un ataque de pánico, es la muerte encima. A veces he escuchado tratar de locos a quienes padecen esto, y hay gente incapaz de ponerse la piel del que lo sufre, quien sin ayuda, es incapaz de manejarlo. Para el que sufre ataques de pánico, los miedos son reales y las sensaciones físicas, terribles.