NOCHE FUNEBRE Y SOMBRIA

GRACIAS DARKannes , el gusto es mio denuevo verte por mis letras...es un placer saludarte........IRMA PERIBAN VILLA.

Me atrapó la atmósfera e imágenes amiga... un gusto leerte.
Un abrazo.

gracias´poeta DEL INFIERNO ,POR TU COMENTARIO , ES UN PLACER RECIBIRLO.------------IRMA PERIBAN VILLA...........MEXICO

¡woaah! esa noche debiste haber comido muchos chocolates para tener esa hermosa pesadilla jaja pareciere que tuvieses pasaporte al Infierno... Bueno, mejor dicho tiens pasaporte a la majestuosidad, me gusto mucho tu poema

gracias sarniento por tu gentil comentario es un placer recibirlo......saludos desde la ldistancia......irma periban villa......MEXICO

Esa noche amiga...los únicos que faltaron allí eran los psiquiatras...pero no te preocupes...ya les invitarán a la fiesta...jejeje. Interesante escrito.

Oscura y fría tu visión/pesadilla. Pero está lóbrega y linda. Me gustó.
Bonita poesía, Irma.
Saludos cordiales.

Siniestra.

INTERESANTE TU POEMA, QUE ABRE UNA PUERTA A DIMENSIONES IGNORADAS POR EL COMUN DENOMINADOR DE LAS PERSONAS, Y HASTA SE TILDA DE LOCURA EL HECHO DE MANIFESTAR EXPERIENCIAS COMO LAS QUE DESCRIBES. TE FELICITO!

gracias indica por tu gentir comentario.--------------saludos desde la distancia.---------IRMA PERIBAN VILLA .....México

guaaau irma, que historia, te segui hasta el final con la cabeza llena de imaginacion...

Era una noche
tan funesta y fría,
cuando todos en su lecho
ya dormian.

Una de tantas noches que llovía,
el cielo relampagueaba
como si algo presentia,
y un soplo frio
mi cuerpo recorria.

por un momento,
la luz que a la casa iluminaba
de pronto se fundía,
mirando por la ventana
las cruces del cementerio,
vi que todo en vueltas se movia
la niebla osbscura todo recorria.

La tierra empezaba a removerse,
aterrada mi cuerpo comenzabaa contraerse,
se oían voces de lamentaciones
acusando al humano con reclamaciones.

Un viejo monasterio,
el maullido de un gato,
la luna entre metida,
todo forma un marco
de noche fúnebre
fúnebre y sombria.

Cadáveres humanos
de hombres buenos y profanos,
pero ahí la muerte los unia.

¡De repente!
comenzaron a moverse,
unos frescos,
otros aboyados,
y todos los demás ya despellejados.

La piel se me erizaba,
el miedo me acosaba,
pero todas las noches,
al sonar la última campana
desde la ventana los miraba.

Fuí a parae hasta el Psiquiátrico,
por mas que les decia
nadie me creía,
la visión de estos hombres
que noche a noche se reunian,
y mis ojos con destellos los veían.

Tratamientos crueles me aplicaron,
a si pasaron ,
días, meses y años,
loca verdaderamente me volvia,
y en ese lugar,
mi cuerpo poco a poco
se perdia.

La lluvia cae,
el cielo aparentemente brilla,
el hombre vivo
mira con ironía ,
la llegada de un nuevo día.