Yo quería sexo y empeñé mi vida

arrojé las afligidas zapatillas
en la boca del camastro
-lo que había quedado de un ardiente lecho-
las sábanas soltaron sus cenizas
protestando mi cuerpo más reciente
-apesadumbrado-
y tuve que toser para aclarar
la voz que me quedaba
-esa de decir mañana es otro día-
afuera un sol negro
había quemado todo mi paisaje
-desastre ecológico
me heredaron mis ancestros
aquellos que me parieron
al revés de a por derecho -

el sssssssssssssss del suelo en brasas
me acallaba cuando el cielo me escupía
-yo solo quería sexo y empeñé mi vida-

que densa es la noche
cuando llora desacuerdos
cuando discrepan las mentiras los consuelos

tocó a la ventana
el último día repetido- con sus cuentos repetidos-
pero corrí el interruptor de las cortinas
y sigue en busca de las sendas
de un amor descaminado
-perdido-
sin encontrar la flor que marca los inicios
-primigenia flor del amor de los marchitos-

que densa la noche del que llora desacuerdos
¿por qué llamamos amor a las mentiras
que nosotros inventamos
cuando adictos al te amo
intentamos apresar lo efímero del beso?

que densa es la noche
cuando llora desacuerdos
cuando discrepan las mentiras los consuelos
-insisto-yo solo quería sexo y empeñé mi vida
y la noche densa se me hizo cuerpo
y buscamos como locos el resto de los días
-lo que sobra a la rutina
a la risa desde el hueco
al estadio y al partido
a la música en un idioma que no es mío-
lo que jamás habíamos –la noche y yo- perdido

MONTE, TU MEJOR POESIA, ME ENCANTO...

Muy bueno, me encantan tus poemas (bah, ya te lo djie antes). Saludos.

Muy bueno tu poema Monje! Refleja cuestionamiento sobre como se asume el sexo. La busqueda continúa y el crecimiento llega!

Una profunda reflexión con imágenes exquisitas...

"la noche densa se me hizo cuerpo
y buscamos como locos el resto de los días"

Realmente un placer degustar de tus deliciosas letras...
Un abrazo amigo.