ME SOBRABA

Me sobraba su abrazo para entrar en tu frío;
su calor reteniéndome… yo aceptaba su abrigo.
Al clamor de tus olas, me endulzaba el oído,
silenciando su boca tu llamado marino.

Me sobraba su espalda para hundirme en tu lecho;
me sobraban sus manos… amarrándome al viento.
Silenciaba rompientes el latir de su pecho;
y desplegaba mis velas hacia su sotavento .

Me sobraba su lumbre, su penumbra, su aroma;
su serena figura… su bonanza en la tromba.
Su voz en tu rompiente despejando la bruma
suavizaba las rocas, con sus brazos de espuma.

Me sobraba en la niebla su gran haz de luz blanca,
su horizonte de fuego sobre tu marejada.
Me sobrada su faro al sentirme perdida,
y hoy no veo tu playa, y a el le sobra mi vida.

PLAP, PLAP, PLAP, (APLAUSO JEJEEJE) NO HAY PARA PONER SONIDOS ACA, SINO SERIA APLAUSOS Y SILBIDOS Y UN¡¡¡¡GENIA, OTRA MAS , OTRA MAS Y NO JODEMOS MAS!!!!!!!

Que decir Lilyyyyyy!!!!! Un amor marino..... me encantooo amiga....sabor a mar....bello!

Amiguitas... !!!Qué amables que son!!! Gracias por su cariño. ¡Besos!

[b]Esplendido poema, amiga Liliana, y cuanta verdad dices en él. Sí, con frecuencia nos sobra aquello que más nos falta. Mis felicitaciones más sinceras. Recaredo.

Hermoso,profundo,romàntico felicidades Lili!!!

Epa! ¿Qué pasooo? Les había respondido y se borraron las dos respuestas. Aclaro por si aparecen dos veces. Gracias poetas queridos, por la amabilidad que los caracteriza. ¡Besos!

Liliana Blotta escribió:Me sobraba su abrazo para entrar en tu frío;
su calor reteniéndome… yo aceptaba su abrigo.
Al clamor de tus olas, me endulzaba el oído,
silenciando su boca tu llamado marino.

Me sobraba su espalda para hundirme en tu lecho;
me sobraban sus manos… amarrándome al viento.
Silenciaba rompientes el latir de su pecho;
y desplegaba mis velas hacia su sotavento .

Me sobraba su lumbre, su penumbra, su aroma;
su serena figura… su bonanza en la tromba.
Su voz en tu rompiente despejando la bruma
suavizaba las rocas, con sus brazos de espuma.

Me sobraba en la niebla su gran haz de luz blanca,
su horizonte de fuego sobre tu marejada.
Me sobrada su faro al sentirme perdida,
y hoy no veo tu playa, y a el le sobra mi vida.

eres la reyna del café...te admiro mucho felicidades!!!

bonitos versos liliana , es un palacer leerlos. saludos IRMA PERIBAN VILLA

Quetzal, hermoso, es un gran elogio para mi tu comentario. Gracias por todo ese afecto. ¡Te mando un enorme abrazo!

El placer es mío, Irma, por conocerte y por tu aliento sobre mis versos. Gracias.

Liliana, precioso poema, me encantò.

Hermoso tu decir, amiga, es un placer pasear por tus letras.

Un beso

Hola Myriam, qué gusto tan grande que hayas estado abriendo mi ventanita. Gracias. Besitos.

Hola Poeta del Mar. De estas cosas entendés alguito ¿No? Un abrazo, y gracias por ser tan gentil.

Envidia, yo??? ¡que va! ¿Cómo lo haces? ¡Porfa! ¡¡Cómo lo haces??

Excelente!!
Elegante, melodioso, rico en imágenes...exquisito querida amiga.
Un abrazo.

¿Estás verde, Goyo? ¿Estás verde?... ¡Qué será cuando madures?... ¡¡¡MIRA QUIEN HABLA!!!

Hola Nancita!!! Qué bueno encontrarte. Que gran sensibilidad tenés siempre al evaluar poesía. Gracias por la opinión y el incentivo a mis versos. Espero que estés muy bien, y que el temor y la incertidumbre de nuestros hermanos chilenos se vaya disipando. ¡Un abrazo!

LILIANA, ME ENCANTÁ! DE VERDAD LA FORMA TAN ORIGINAL DE EXPRESAR UNA TEMÁTICA QUE DUELE!!! HERMOSAS IMÁGENES

SLAUDOS

Gracias Cele, por tu elogio. Un gusto encontrarte aquí. ¡Abrazos!

Gracias Capi, la isla de la fantasía, que no es fantasía, ni es isla, esta siendo preparada. Pronto la disfrutaremos. Besos, amigo.

Liliana Blotta escribió:Me sobraba su abrazo para entrar en tu frío;
su calor reteniéndome… yo aceptaba su abrigo.
Al clamor de tus olas, me endulzaba el oído,
silenciando su boca tu llamado marino.

Me sobraba su espalda para hundirme en tu lecho;
me sobraban sus manos… amarrándome al viento.
Silenciaba rompientes el latir de su pecho;
y desplegaba mis velas hacia su sotavento .

Me sobraba su lumbre, su penumbra, su aroma;
su serena figura… su bonanza en la tromba.
Su voz en tu rompiente despejando la bruma
suavizaba las rocas, con sus brazos de espuma.

Me sobraba en la niebla su gran haz de luz blanca,
su horizonte de fuego sobre tu marejada.
Me sobrada su faro al sentirme perdida,
y hoy no veo tu playa, y a el le sobra mi vida.

Lo que ayer nos sobraba
hoynos hace falta...
Simple y sencillamente hermoso
inspirador...

Gracias Oxwell, por esa gran sensibilidad y por la compañía en este amor por las letras. ¡Un abrazo!