Son rojos los labios

Son rojos los labios

Son rojos los labios de mi atardecer,
tus ojos, el semblante del color carmínea
en el rostro de tus labios el atardecer, fulmínea
en rostros que el licor de tu bondad logra enloquecer…
Son rojos, los anhelos de la fuga loca
que imparte vientres de pavor donde se ofusca
al destinado sueño de beber tu boca,
en otro cielo adusto, pelea que te busca…

Son rojos los anhelos que mi fragua produce,
en otro cielo inerte, cual el desmán pelea
sobre la llama de tus labios, panacea:
el otro Sol que invoca, la rosa que te enluce…
Son fiebres de mi canto, amor sin ningún tino
constancia del camino, en otro imán produce
cual verbo de tu voz, tu sombra cruce,
otro cielo de mar, que besa tu destino…

Son rojos los labios, que ebrios me trastocan,
otra suave pelea del mundo que es adarme,
en otro suave ramo que funde lo que evocan
desde tus suaves labios, conjuro va a besarme…
Otra suave sentencia, la pluma de tu boca
en otra, su anestesia de verbos iracundos,
en otros mares duela, y besa los profundos
anegos de tus labios, de versos en tu roca…

Ya desde otra mirada, tus ojos, sin igual
buscan en la piedra, el roble que se ufana,
el torso sin medida, otra animal pagana
que besa con sus labios, el rostro desigual…
Mi boca no te cela, otra suave medida:
que busca con tu vida, los labios ya bermejos,
en otros suaves labios, que besan los espejos:
los labios de tu boca, que funden a mi herida…

Son ascuas primorosas, los versos de tus labios,
en otros suaves cambios, que lucen en tu boca,
y acechan los aciertos, de besos, que sofoca
el labio de tu esmero, en otro beso y labios…
Ya funden el aliento, de tu boca en la mía,
ó desde otra panoja, acierto vulnerado:
ya desde tu sonrisa, ó el verso que es amado,
otra suave quimera, que vuelve a la agonía…

Mis labios no contienden, de tu perfume el beso,
los labios de tu boca, distancian mi regreso…