Sólo del lirio

Sólo del lirio

Sólo un sólido ademán, el de mi rostro
no entenebrece el llanto, ni sus aguas,
por el destello de mi sombra, en adaguas
por donde el claro de mi sien, enrostro…
Tanto del estro, mi suspiro vuelve ágata
la noble lira que mi sueño no contrae,
contra la ciega espuria noche, que detrae
de la maleza de las sombras, me delata…

Mi roto engendro, no la luna circunspecta
deshora asume sin blasón, contra mi brío,
entre la escarcha de mi adiós, de adiós al frío
la rota nïebla de mi son, nube perfecta…
Ya mi suspiro, no lo álgido repara
de mi destello, de mi guante, de mi vara,
contra el delirio de la mella, suspicacia
de mi desvelo, contra el arte de mi gracia…

Enhebra el páramo de sombras, mi amor nato
contra el orfebre de la tromba, mi delirio,
canto del alba, no lo acosa ningún cirio,
contra el desvelo de mi habla, de mi ornato…
Orna la finta de tus bucles soberanos,
lo ruin depara, la célibe batalla herida
de soberanos altibajos, y medida,
de tu cuerpo contra el habla de mis manos…

Tañe tu surco, por el ala de mi huella
la sombra estrella de mi canto, en otro orfebre,
canto del lirio, mi ademán, en otra fiebre
suma el destello de mi sombra, de mi estrella…
Vüela tu canto, no lo árduo empequeñece
contra la huella de mi canto, de mi fiebre,
canto del lirio que separa y luego empece
la fornitura de tu canto, y de mi liebre…

Árdua quimera, va del estro a fornitura,
su solo amante, no la flor, ya mi delirio
compra a fortuna mi diamante, mi martirio,
contra el desvelo de tus alas, mi tesura…
No mi dialecto, entumecido de tus auras,
sobre la nieve nacarada a rosicler,
de lo bermejo a la espuma, mi expeler
sobre la aurora, ya mi canto, fiebre, Lauras…

De mi delirio, canta bruno mi pincel,
sobre lo magio, no lo acuno, sombra y riel…