Música al mar de mis suspiros…

Música al mar de mis suspiros…

Música al mar de mis suspiros,
océano que brava incierto, su montaje
y ruge y le propina, al cielo sus zafiros
doblegándole a la cal, su rostro, su celaje…
Vestido de iracundas músicas profanas
sólo rima en el ardor, su música precisa,
y viste de la sal, sü nieve escandaliza
tremando del bajel que su océano trepanas…

Vertido albor, incierto, de numen pasajero
oliva en su sudor, de náyade marina,
buscando contra olas del sur al que culmina
besándose la sal, del tiempo un aguacero…
Vestido de la nieve que aclara y permanece
espumas en el Sud, acarrea los cimientos,
de aguas en marëas, de suelos sus intentos
para caber la noche, de estrellas, enmudece…

Alista su ribete, de sombras esmaltadas
confinándole a la luna, la sombra a enamoradas;
y en júbilo se mece, donde hay clamor errante,
privando las doncellas, del sur hasta un instante…
Su risa no reclama al océano bravío,
su toque, su sudor, aclama en éste estío
candelas a rubor, de alas el velamen,
besándote tu voz, tus risas no me amen…

Clamor de desvarío, de luna gentil copla
tremando en su sudor, gacela sobre sierpes
llevando de la noche, aquél furor que sopla,
rendido en otra mella, donde el sudor acuerpes…
Rendido de la fauna, ictícola se funde
nadando en el océano, el mar se pone dónde?
Su freno en otra risa, su mar en otra testa,
Verano que contesta, su fuga no me asesta…

La brisa me compara, el fuego donde cede,
la bruma en otro alfanje, de mudos oropeles
sedándose los montes, del agua sus donceles,
durmiéndose en el alba, y despertando püede…
Sus rosas no previno, sus alas gentil Justa,
aleando sus suspiros, de rosas en la fuga,
de rosas espineles, de mares sólo fusta
arreando sus juglares, de vinos no madruga…

Murmullos en tu fragua, tus ojos son dos mares,
cantándole a la fuga, del estro de juglares…