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por Desde lo más puro se le otorgó la dote
y no se sabe por qué no hubo litigio
(el tan acostumbrado y el tan deducido)
entre los viles Dioses del extraordinario Olimpo.
De lapislázuli se le maquilló los ojos.
De lenidad su blanco semblante.
De manantial el convexo vientre
Y de leudante el dimanar de las manos.
De los antojadizos pies se marcó pasos.
Y de la plétora de su corazón se levantaron naciones.
De la maraña de su pelo, libertinos y osados.
Y de la curvatura de su espalda, empíreo e infernales.
Al ver semejante poder temieron
y convirtieron su voz en ergástulas supersticiones.
Se le extrajo el alma
y la registraron en retazos,
propiedad privada,
botín de guerra,
venganza, dádiva, gravamen.
Más,
el draconiano insiste en su potestad de miedo
Y en lo hipodérmico de su cuerpo le sellaron fuego,
y aun así la llamaron
Babilonia y ramera.
Surge entonces
de la cuarta creciente una fémina luciente
y rugió la garganta muerta de su madre desvelada
abolida y revocada
un grito de mujer
vida,
sobre la faz de la tierra.
y no se sabe por qué no hubo litigio
(el tan acostumbrado y el tan deducido)
entre los viles Dioses del extraordinario Olimpo.
De lapislázuli se le maquilló los ojos.
De lenidad su blanco semblante.
De manantial el convexo vientre
Y de leudante el dimanar de las manos.
De los antojadizos pies se marcó pasos.
Y de la plétora de su corazón se levantaron naciones.
De la maraña de su pelo, libertinos y osados.
Y de la curvatura de su espalda, empíreo e infernales.
Al ver semejante poder temieron
y convirtieron su voz en ergástulas supersticiones.
Se le extrajo el alma
y la registraron en retazos,
propiedad privada,
botín de guerra,
venganza, dádiva, gravamen.
Más,
el draconiano insiste en su potestad de miedo
Y en lo hipodérmico de su cuerpo le sellaron fuego,
y aun así la llamaron
Babilonia y ramera.
Surge entonces
de la cuarta creciente una fémina luciente
y rugió la garganta muerta de su madre desvelada
abolida y revocada
un grito de mujer
vida,
sobre la faz de la tierra.
» Déjame unir mi mano con la tuya...
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» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
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» Mujer -reclamo tus rosas-
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» Son claveles...