Misericordia de tus labios

Tenme en tu templanza asida, bella dama,
esquiva sólo en darte en mi fe mía,
dulcificando aquél tenor que sombra cría
desde tus senos y tu piel, lasciva mía...
Sólo resiste sin tus máculas oprobio
que en ti responde a mi llamado, enhiesto
y fragua en ti la doncellez de mi amor novio
atestiguando en ti la miel, tu beso casto.

Ya no tendré ni soga ni maleza en mis orillas,
sólo de ti responderé, sólo te besaré en cuclillas
y mi oro dejaré, rendido en su balanza,
cabellos de Sol, donde rendiré mi lanza...
Tus ojos verdes son azules alabastros
donde retoza el ciego mar de mis dos astros:
tu roja vid, en labios me da hartura
sofisticando a mi doncella, la locura...

Ya no tendré ni espada ó verso dulce
ya no bravía llamarada, roja Circe...
Mis ojos dormirán en tus senos y al huirse
de tu manto, mi sueño será lo que te impulse...
Navíos en tus ojos, bravura en tu llamada
desvistiéndole al océano su sal enamorada,
y tu sonrisa es alba nívea, y tus manos en las mías
sortearán bajo el silencio, los heraldos que latías...

Busque otra morada mi rosa ó mi clavel,
desnuda te haré nieve, ó púrpura mantel
donde sirva el alimento que haces bien sólo en brindar,
para besarte en una copa, de mi luz, en tu soñar...
Besa espuma entre tus dedos, ya los dedos de tus pies,
en la arena desafiada, tu contorno sobre el frío
de tus besos en la sombra de tus soles donde ves
el helado beso rojo de tu alado laurel mío...

Una roja repentina flor que besa tu verano
es la flor adamantina, que se engavia con el treno
de tu sola flor robada por arriba de tu seno,
con amor besada a prisa, por el beso de tu mano...
Mi amor se busca un ángel para vestir soledades,
ama el frío los donceles de tus horas, no me evades,
para soñar tus edades, que lucen frías, despiertas
como aquél verano flojo, soleando rosas abiertas...

Más deprisa quiero tu rosa, más helados ruiseñores
a la caza de furtivos soles; más helados los albores
de mi sombra en tu enramada, más suspiros, tus balcones,
más dulces son tus mejillas, más anidan tus pasiones...
Y a tu risa envenenada, entre desnudos alcores
mi sol enviará mi fuente, con desëos y sabores,
arredrando mis vertientes con el alba de tus sones,
doblegando campanadas, del río hacia tus dones...

Misericordia de tus labios, haz del frío de tu ornato,
la flor que lega mis huesos, con el río a tu mandato...

Anclar en esos labios,descubriendo placeres insospechados ...misericordia en tu decir.
Saludos,gran poeta.

Muchas gracias, Miguel!!! Un abrazo grande, amigo!!!!! Muchas gracias por pasar por éstas letritas....!!!!!