Para vos, Meybel
y por el Día Internacional de la Mujer
Dulzura en tu mirada
Mis ojos han sustituido la mirada de la noche,
si en mi regazo no albergo las estrellas,
la mirada de tu sombra en alba empellas
mi arrobo a tu silencio fulge cual aceche…
Tus ojos, mi desvelo, se apropia la mañana,
en aquélla calle adusta de mi infancia,
marina voz que me habla de constancia
hundida en tu simiente, la noche más temprana…
Tus ojos y tu sueño, placer no han decretado
sin mi júbilo templado, tu orilla en la hermosura
por el sonido casto de tu piel sobre amargura,
haces tu pecho soles, de todo lo que he amado…
Mis ojos en tus latidos, esconden en ti el aliento
de todo lo transcurrido, de todo el amor sediento
que besa tus dulces labios, para amar sólo un momento,
tu noche helada me azora, hostigando mi lamento…
Eres el alba ciega que tu jazmín prepara,
jazmines en mis jazmines, para amarte a la mañana
por el borde de mi locura, atesorando te amara
más que a mi propia luna, besando tu luz hermana…
Sueñas el alba moza, destemplando tu figura,
a la orilla de mi verso, encadenando la aurora
por la mañana rebalsa, de mil desnudos tu flora
adueñando mi desvelo, casi siempre, en tu cintura…
Eres la distinta huella que hace firme mi propósito,
sostener de tu alma pura, la blancura del delirio
que en mi vate roba un lirio, cual extasiado depósito
de estrellas mudándose al alba, cual engaño mi martirio…
Sombra estero no halla, de tu sabor infinito,
la luna bebe la noche, con su tenor y su risa
en la plateada cornisa, de tu silencio finito
sobre el desgano la estrella compra mi albor en tu brisa…
Extasiado de la noche, extasiado sobre el alba,
mi penúltimo dinero, es todo tu amor amable
donde su azor imbuía, cual el letargo mudable
mi sola risa nocturna, cual el amparo me salva…
Besas mi alba desnuda, eres el Sol que sonrosa
bajo mis pies, alboroza, sombra que luego se hermana
sobre mi sombra dichosa, gozas la glamorosa
plenitud de mis asedios, cual la virtud soberana…
Mi luz amable te lleve una rosa a tu hermosura,
para vestirte de rosa, la palabra se enamora
con la virtud de la aurora, con la virtud de la aurora,
haces cielo lo deseable, mi palabra y tu dulzura…
Eres alba nuncia y plena, eres albor infinito
eres noche estrellada, eres sabor inaudito,
sobre la cumbre, tus labios entonan y maravilla
el brillo de tu hermosura, cual el oro se te humilla…
Goce el alba tu hermosura, goce la luna tu piel,
el alma de mi cuerpo, tiene llamas de laurel…
y por el Día Internacional de la Mujer
Dulzura en tu mirada
Mis ojos han sustituido la mirada de la noche,
si en mi regazo no albergo las estrellas,
la mirada de tu sombra en alba empellas
mi arrobo a tu silencio fulge cual aceche…
Tus ojos, mi desvelo, se apropia la mañana,
en aquélla calle adusta de mi infancia,
marina voz que me habla de constancia
hundida en tu simiente, la noche más temprana…
Tus ojos y tu sueño, placer no han decretado
sin mi júbilo templado, tu orilla en la hermosura
por el sonido casto de tu piel sobre amargura,
haces tu pecho soles, de todo lo que he amado…
Mis ojos en tus latidos, esconden en ti el aliento
de todo lo transcurrido, de todo el amor sediento
que besa tus dulces labios, para amar sólo un momento,
tu noche helada me azora, hostigando mi lamento…
Eres el alba ciega que tu jazmín prepara,
jazmines en mis jazmines, para amarte a la mañana
por el borde de mi locura, atesorando te amara
más que a mi propia luna, besando tu luz hermana…
Sueñas el alba moza, destemplando tu figura,
a la orilla de mi verso, encadenando la aurora
por la mañana rebalsa, de mil desnudos tu flora
adueñando mi desvelo, casi siempre, en tu cintura…
Eres la distinta huella que hace firme mi propósito,
sostener de tu alma pura, la blancura del delirio
que en mi vate roba un lirio, cual extasiado depósito
de estrellas mudándose al alba, cual engaño mi martirio…
Sombra estero no halla, de tu sabor infinito,
la luna bebe la noche, con su tenor y su risa
en la plateada cornisa, de tu silencio finito
sobre el desgano la estrella compra mi albor en tu brisa…
Extasiado de la noche, extasiado sobre el alba,
mi penúltimo dinero, es todo tu amor amable
donde su azor imbuía, cual el letargo mudable
mi sola risa nocturna, cual el amparo me salva…
Besas mi alba desnuda, eres el Sol que sonrosa
bajo mis pies, alboroza, sombra que luego se hermana
sobre mi sombra dichosa, gozas la glamorosa
plenitud de mis asedios, cual la virtud soberana…
Mi luz amable te lleve una rosa a tu hermosura,
para vestirte de rosa, la palabra se enamora
con la virtud de la aurora, con la virtud de la aurora,
haces cielo lo deseable, mi palabra y tu dulzura…
Eres alba nuncia y plena, eres albor infinito
eres noche estrellada, eres sabor inaudito,
sobre la cumbre, tus labios entonan y maravilla
el brillo de tu hermosura, cual el oro se te humilla…
Goce el alba tu hermosura, goce la luna tu piel,
el alma de mi cuerpo, tiene llamas de laurel…
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