Cuando no quede nadie

Cuando no quede nadie

Cuando no quede nadie, cuando nadie
pueda escribir palabras para alguno,
cuando nadie las vea, cuando pase
que todo haya pasado sin asunto,
cuando no quede voz que las proclame
ni oído en que se atienda a lo profundo,
cuando no quede alguno que nos vuelva
a preguntar qué fue de todo el mundo,
de las rosas, las calles, las usinas,
de las noches de amor con su oro puro,
de la guerra infeliz que nos seguía
desde que se secó el ombligo duro,
cuando nadie responda, cuando nadie
note cómo nos fuimos de difuntos,
de muertos sin vivir, de miserables,
rotos galpones viejos, nauseabundos,
de peces en la arena de una playa
sin visitantes ni olas ni murmullos,
ojos que nadie mira, que ni miran
la nada alrededor de lo infecundo,
la rueda maquinal de las pelusas
que caen del morir y de lo inmundo,
cuando nadie te lea ni te llame,
cuando nadie responda a tu susurro,
a tu grito sin voz, a tu cadáver
puesto en plena lección sobre el futuro,
cuando no tengas muelle, nave, oleaje
en que zarpar al norte de lo absurdo,
entonces por favor, tú no me llames,
que ya no queda nadie en este rumbo,
yo nada soy, y nadie lo pregunta,
pero con nadie estoy y nada busco,
lo que pudo pasar ya habrá pasado,
lo que pudiste hacer ya es sólo tumbo,
tanta advertencia que no pudo nada,
tantas alarmas que no oyó ninguno,
señas y avisos de que todo acaba,
libros y telas de un urgente anuncio,
nadie ni nada para abrir la puerta,
nada ni nadie que dijera escucho,
vivo, canto, yo quiero que otro sea
el camino hacia el alma que aquí estuvo,
te callas, callo, nos callamos todos
y esa es la canción, un final ya mudo,
así que cuando quieras repetirla,
cuando caiga la noche y tú, desnudo,
ya tiembles y te agites sin bandera,
sin patria, sin razón, sin más escudo,
entonces, no lo olvides, nada quieras,
ya no quieras a nadie ni al que supo
de toda esta verdad que se venía
y te la dijo, dando con tu muro,
con tu sóla versión del sin sentido,
con tu sordera atroz, mayor que el humo,
nadie serás, ya nadie soy, es tarde,
cuando quieras vivir no habrá más fruto,
la tierra el árbol, todo estará seco
y nadie, menos tú, tendrá un seguro,
nada ni nadie habrá para salvarnos
y nadie, menos yo, yo te lo juro.

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12 02 15