Sedosa al viento

Abriga tu cuerpo frágil la seda,
en oro trasluce vendaval hecho cielo
donde el carmín de tu rosa estrecha el anhelo
tu rojo misterio en plata no queda...
Asida en verano, tu sola fragancia
despierta el océano, latiendo el aroma
cual suave oropel blandiendo tu esencia,
ó rojo crepúsculo, navío se asoma...

Cual la fortuna tu nimio verano
sólo hecha flores y sol escarlata,
bajo la luz del tintero de plata
tan sólo el viento desata tu mano...
Y entre guirnaldas y rojos botones
tañen los besos de labios hermanos...
Suspiros de nieve y oro en tus senos,
fragancia de mar y de menta, pulmones!

Beso tu boca de nieve, de aliento,
de fauces sombrías, de rojo misterio
labios que endulzan mi ojo sediento
y roban los mares con cauce muy serio...
Mi alma se viste en tus pies de oro
y ya la compulsa a mi lira descalza,
muere en tus besos y duerme en tu coro
cual en las olas de una nube que me alza...

Y desde tus piernas los mares se arroban
cual la sandalia de un verso que pisan,
cual la mirada de un ave que emboban
tus piernas de oro, de seda, que rizan...
Cual golondrinas de un pecho que amparan
tus largos cabellos que fulgen y roban,
en tus mañanas de oro acentuaran
el brillo del alba tatuado besaban...

De rojas cortinas de rosas y esmero
así te guardabas con alba en tu centro
y del alba soñada, a tu triste aguacero
caricias amadas besaban encuentro...
Y tu perfume de lirios mojados
aliaban la sombra de rojos misterios,
besando las alas de encantos ajados
robando mi boca a tus cautiverios...

De seda y de viento no he visto la rosa,
tus manos de ángel, de lirio, de esposa.