Para escribirte…

Si mi mirada fuera el ocaso de tu risa,
si a destiempo mi amor nevando amara
si tu color de alba empapada en la cornisa
fuera mi amor de mi inocencia ó de tu cara…
Si mi silencio fuera el vergel de mi soltura
cual golondrina que a despecho se adueñara,
si mi silencio sólo pudiera en tu locura
atar las penas de mi amor que enajenara…

…Para besarte, he muerto, amor, por tu mirada
y a mi desvelo fue la noche desvelada,
tan apacible fue mi llanto de voz enamorada:
fuego en la ruina de mi amor, junto a mi amada…
Mi voz henchida hace el silencio bienvenida
solo mi claustro se adueñó de tu partida
sólo mi beso, fue a besarte con mi beso
y ya no espera de mi Amor, sólo un regreso…

Mi amor no ciñe en el ocaso, en la alborada
de mil palomas sueña su debacle, perfumada
sin el desvelo que a la orilla de tus mares
fueron azar, ó la contienda de juglares…
Mi sola orilla no hace señas en la espuma
galardonando con el sepia mi laguna,
sin tu mirada el mismo océano es mi bruma,
sin tu desvelo, el mismo sol, es alba bruna…

Mi prado al verte no se consuma, no se alista
mi amor combate ya las flores, estridencias
que el sólo hecho de adorarte hace que exista
desde mi anhelo aquél perfume de inocencias…
Mi sólo ébano, la flor de mi coraje
está así aliada con la sombra de la noche
tan estrellada con tu cielo que traseche
mi vulnerada sombra insigne, lento traje…

Mi ardor ó flecha, fue cupido a mis dos alas
velar un nido de soltura a mi velamen
amar un niño en cuya flecha, los dos amen
el mismo amor en mi bandera, mis dos galas…
Flecha a mi pecho, el mismo ardör, la misma flecha
fuiste mi herida, mi semblante, mi alborada
fuiste sentida, sobre el mar, la triste brecha
que con tus ojos, me lanzó mi Enamorada!

Fuiste el Querubín, que brindó su sombra amada,
con el desvelo de mi amor, única espada
de la belleza que hace flor mi enamorada,
ó enamorado estoy, yo, sin mi explanada…
Flecha mi amor, rotundamente herido,
y sobre el vilo de tu espada, aquél querube,
que sobre ardor bajo tus ojos, que no tuve
enlaza amor con el destello en mi gemido…

Eres isla, que en el Mar, tu diurno acecho,
envuelve cálida la piedra sepultada
y bajo flores de mi amor, basta mi pecho
para anidar en tu belleza perpetuada…
Eres isla en el Mar, pero adónde tu Mirada?
Eres ave en el Cielo, pero adónde tu hermosura?
Sólo te veo en la ilusión de tu figura,
en la centella de mi amor, en tu alborada…

Sin mí regresa, sueño, a donde miras,
por ti mi beso, hallará por quien deliras…