Soy el agitador

Soy el agitador

Sólo fui un agitador, lo tengo claro,
el viento entre los árboles lo dice,
mi mano en tu mejilla, aquellos restos
de ciudad y de amor tras el último tsunami.
Lo cierto es que no vine a cambiar nada,
sólo quise mirar lo que se hacía,
las formas del dolor en cada pecho,
las rutas del saber en cada mapa de turismo,
y el ser, el ser del hombre y de sus muebles
en esta última amistad entre la especie y sus vecinos.
Y vi, claro que vi lo que pasaba,
la libertad vuelta donar diez pesos al Hogar de Cristo,
la realidad en hache de, mientras afuera
como siempre amanecen los días, mueren viejos
y los niños confunden el futuro con un nuevo árbol.
Los ídolos de barro ya arremeten,
desde aquella serpiente provisoria
al arca con la rama de la oliva,
al mítico astronauta en esa luna,
todo podría interpretarse como augurio,
señal de que anda bien la enciclopedia de la suerte,
pero no puede ser, viven debajo
de nuestra historia tantos hijos y olvidados,
que imposible es que les crea y que les siga.
Es esto lo que soy, un hombre al viento,
ni vengo a armar la guerra ni a vender pactos,
por todo me pregunto y me pregunto incluso
si este ardor de preguntar no es demasiado.
Un día hemos de hallar plena respuesta,
o trozos de verdad en cada astro,
en cada corazón o fruto del camino,
un día hemos de andar sobre la tierra ya descalzos.
Entonces volverá a crecer el pasto en nuestras huellas,
la nieve en nuestro adiós, el fuego en cada llanto
y aprenderemos sin querer a amarnos,
como sospecho que está escrito, o que al menos
es lo que vengo a promover en estas calles en que canto.

http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/

06 04 14

Precioso y muy original tu poema, Oscar.

Lo veremos en el Face.

Gracias, Delia, saludos de paz en semana santa.-