Marea disonante

Acicalando la marea en su transparencia fragante,
hechizo de dulzor y sed de bruma,
cadencia en el oloroso seno y süave espuma,
tenor balado de rincón de plata, rutilante…
Muérdago que brama oscilante en la panoja
celada de su luz, lágrima espeja gota a gota
dulcísima la noche que secuestra estrella roja
y se evade su suspiro cual mirada rota…

Fresco su baño, doncella así adueñada
de la sömbra tenaz en rama desdoblada
lírico y casual cual asidua fruta ärdiente,
mirada de repente, gacela inconsecuente…
Estrecho manto, el mar a su Sirena
respaldada en bruma sagaz, asida en noche,
cordel que suma velcro y señal en tu fantöche
desigual orfebrería del ocaso hacia la arena…

Rojo ardor de semántica diurna, ojo velado
de la cigarra vuelto ardör, de su purpúreo manto, olvido
llama de la llama en su fuga luna ha sido
condecorado en su mirar, lenta fuga, inigualado…
Destruye su oropel donde brinca una mañana
la lentitud de la grana donde asembla su sonrisa,
y brama lento cristal de plata hacia su prisa,
redoble del ojal de la noche oscuridad pagana…

Descifra ocio en la tea, a su cordel, lenta figura,
asida sólo en noche, cual silencio en la explanada
resarcido oro que apremia su voluntad amada
silencio en el cordel donde abate su moldura…
Y estrecha tu canto, su virtud que lenta acoja
su mirada en el estío, calza verbo, llama amura
prístino dosel que su llanero aja,
su virtud en la dialéctica, que asombra la locura…

Rima al vïento cede, su vestal, su sobrio trance
estrechez de mudas aguas, y sumido cauce
atinar en el desvelo a cantar en la derröta
su pie de lenta flor que inhumanamente agota…
Desnudo canto al verso, al casual orfebre pudo
sü iracundo y ya sombrío estival profündo,
que en el leve y desigual llanto endeble, pero mudo
ocio atento donde mira, sencillez el alma pudo…

Clama en noche su vestal iridiscente en flama,
cadencia mineral, cual la Sirena que me ama…