Lo que el sol trae

Lo que el sol trae

Naci con una cruz en la garganta,
con uñas famélicas, con surcos,
con un anzuelo en las orejas cada día,
enredado en el silencio y el tumulto.
Nací con una madre atada por mi llanto,
y a mi boca que arrancó de sus senos joviales
la savia de azogue más tibio y más eterno.
Le quité a mi padre el mirar cabizbajo
y la muerte ya no tuvo secretos que contarle,
me amó, yo amé a este par de jovencitos
que por verme crecer pusieron nombre a cada estrella.
Anduve y adoré cada camino,
el del amor, el del dolor, el del regreso,
en cada puerta me esperó una mano
y una mesa nutritiva de esperanzas en que hartarme.
Jugué a crecer como hace el niño con su sombra,
jugué a vivir como el impúber con su entrega,
jugué a querer como el varón que abraza un sueño,
jugué a cantar como uno más del gran concierto.
Les juro que el amor me dio certezas,
les juro que el dolor fue crecimiento,
a noche libertad, el día trigo
y cada paso al ser una batalla.
Herido regresé múltiples tardes,
vencido de no hallar boca a mi beso,
semilla a mi labrar, voz a mis ríos
y un mundo sin cambiar pese a los yerros cometidos.
Mas sigo en mi lugar, creo en el hombre,
en la hembra, en el amor, en las mañanas,
renazco pues a amar y les doy gracias
por tal cual como yo venir a ver lo que el sol trae.

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30 05 13