Adiós

DE ADIOSES

Al despedirnos ayer,
guardé como monedas,
mi corazón en gajos,
repartido.
No tuve más remedio,
que penarte,
hurgando en mi dolor,
comprometido.

Cuando se dice adiós,
en lo profundo
no quedan ilusiones,
verdaderas.
No pensamos en personas,
que suplanten
lo que fue un día amor,
y no quimera.

Sabía adivinar en tu mirada,
la tempestad,
la calma,
la sequía.
Podía encontrar,
en tus caderas,
la llave de tu reino,
que era mía.

Mas no pudimos amor,
seguir creciendo
no supimos revolucionar,
la primavera,
y entonces despertó el invierno,
con un grito
y donde hubo savia,
se instaló la piedra.

Aceptémoslo así,
aunque nos duela,
no hay libro que enseñe,
cómo se hace
para poder limar las ataduras
con las que uno nace.

De todo lo que fuimos,
hay memoria.
De todo lo que dimos
hay semilla.
No todo fue un infierno,
amado mío.
Para ser desdichado hoy,
hubo que conocer la dicha.

hermoso poema mi amiga..
todo lo que fue algun dia no sera...
asi es esta vida...
nomas los recuerdos quedan y vivir de ellos tambien es valido..
un verdadero placer leer este poema..
le econtre musicalidad y ritmo...
super saludos ....

Gracias! Es así, siempre creo más en ver lo positivo,también al momento de una despedida. Es saber que valió la pena lo vivido.