Décimas para un domingo

Décimas para un domingo

Domingo sin batallar
y lunes quince ya en vilo,
así va rodando el hilo
de mi vida y mi cantar.
La décima sin fallar
relate mi desventura,
ya romperá esta atadura
la muerte con sus guitarras,
yo que escogí estas amarras
dejo aquí su verdad pura.

Y no es queja ni es festejo,
es sólo anuncio del rumbo,
que ni termino ni tumbo
y en que por hoy me hago viejo.
Ni dudas en mi entrecejo,
ni duelos en mi camino,
ya el trigo se irá al molino
y ha de dar su pan más blanco,
y no por torcer el tranco
no ha de leudar el destino.

Así que si bien batallo,
no es todo desesperar,
veo la luna brillar
y entre los hombres mi sayo.
No voy solo ni a caballo,
pero a mi lado hay más huellas,
incontables como estrellas,
radiantes como la aurora,
y en ninguna se demora
la vida en sus epopeyas.

Así aquí nace otro niño,
allá trabaja el obrero,
la novia entibia el puchero,
los besos sirven de aliño.
A nadie falta el cariño
ni mesas en que sentarse,
todos van a celebrarse
pues la vida es fiesta y lujo,
no habrá princesas ni brujo,
pero hay amor para darse.

Y el tiempo gira en su rueda
con parsimonia y con calma,
domingos deja en el alma,
para que nada suceda.
Descansa allí el que más pueda,
que yo medito en la vida,
un regalo, una bebida
que sacia la sed del hombre
y que mañana por nombre
llevará el de bienvenida.

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14 04 13

Ha sido un placer pasar por tus versos, mis saludos.

Ludmila, un gusto para mi recibir tu visita, un abrazo, feliz domingo el de mañana nuevamente.-