Siempre leyó
a los tiernos poetas
para aliviar
toda pena y dolor.
Siempre buscó
en cada uno a su estrella
cuando no estaba
con esa osa mayor.
Nunca pensó
que ella fuera el milagro,
la inquieta luna
y hasta el mágico sol.
Nunca creyó
que en este abecedario
ella rezara
la mejor oración.
Dicen que fue
en un día de mayo
cuando el destino
a las cartas ganó.
Dicen que fue
su más dulce calvario
y desde entonces
nunca más se quejó.
Iba tranquila
por el corto camino
que une a los versos
con el buen corazón.
Iba y no iba,
porque aún no sabía
que iba a cruzarse
con su buena razón.
Sintió una voz
que de lo hondo decía:
"Yo aquí he leído
algo mucho mejor...
Fueron tus versos,
hace más de mil años,
y ahora espero
a que seas canción".
G.S.A.
Miér Abr 17, 2024 4:52 pm por caminandobajolalluvia
» Déjame unir mi mano con la tuya...
Miér Abr 17, 2024 4:50 pm por caminandobajolalluvia
» Tu rostro...
Lun Abr 15, 2024 3:55 am por caminandobajolalluvia
» Memoria de tu luz, cuerpo bohemio...
Mar Abr 09, 2024 9:05 pm por caminandobajolalluvia
» Mi ciudad
Jue Abr 04, 2024 1:08 pm por caminandobajolalluvia
» Mujer -reclamo tus rosas-
Jue Abr 04, 2024 1:02 pm por caminandobajolalluvia
» La huella del amor...
Jue Abr 04, 2024 1:01 pm por caminandobajolalluvia
» Desnuda cadencia...
Jue Abr 04, 2024 12:59 pm por caminandobajolalluvia
» Son claveles...
Jue Abr 04, 2024 12:55 pm por caminandobajolalluvia