Fantasma de cristal

Fantasma de cristal, la nave abruma
y el Tigre del ocaso se deslumbra
sobre el ciego eco que la vista nombra
luciente sol disperso y süeño que consuma…
Vuelta a su silencio de verdes elocuencias
la mar sobre el Oriente y oriente hacia mis versos
cadente rima en sombra y mudas omnisciencias
levadas al albor, palabra de mis huesos…

Otea sin el alba pretil que sobre tïerra
misógino despüebla su lecho, sin embargo
y arropa su sudor y clama mar amargo
candente resplandor, oro que encïerra.
Anochece. Su víspera se inunda
y alega en su sabor campana funda
y esparce un brío y sobre el alba mi navío
espera fantasmal las claras aguas, río.

Desnudo bajo el sol, arenas son derrame
que vuelven ilusión al mundo infame
crepita mi vestal cual sombras al helecho
y dunas son la cal al pájaro deshecho.
Vanguardia, letanía, y sombra en el amparo
y vaga la ilusión, y cadente, loco faro
las olas que zambullen su espuma en el arraigo
del fondo de los mares, mar atraigo…

Oro que emerge, pasión en la colada
inmersa de una fuente, cincelada
tan rubia como sombra iridiscente
clama en el vestal y copiosa, mi vertiente.
Espuma, se sumerge bajo única respuesta
el alba es la cubierta sobre el dial efímero
y azoga en su virtud paciente marinero
bajo única distancia flor única, enhiesta…

Bajo el Tigre del crepúsculo, he visto ya el fantasma
cristal fue ya mi luna, candil que me entusiasma...