Salvemos nuestro planeta

Red sutil que lo abarca todo
uniendo raíces y fronda de los árboles
y de ella a los tallos frágiles de plantas,
de arbustos a flores y, de éstas,
a la gran variedad de seres…
Completando el milagro…
sonidos de la naturaleza
de asombro nos llenan…
Rumor del río
con sus cristalinas aguas…
Zumbido de insectos,
murmullo del aleteo del colibrí.
De las hojas movidas por la brisa.
Estallido de misterio y belleza…
la magia se adueña del paisaje.

En medio de esta lujuria de colores,
erguido, el Hombre, amo y señor,
con sus hábitos destructivos,
tala bosques y deja dispersos
por doquier restos del diario vivir…
En su hedonismo,
cría y mata animales,
solo para complacer voraz paladar…
El ganado se extiende por todos los ámbitos,
consume la tierna hierba y cereales,
mientras contamina agua, tierra, aire…

Nuestro bello planeta está sufriendo sed,
lo consume el fuego,
está convulso,
miles de seres mueren de hambre,
mientras otros se ahogan
en tanta abundancia material…

¿Cómo conservar este entramado vital
en donde cada ser es sagrado
y proteger sus criaturas?
¿Será posible que el Hombre
descubra lo divino en cada ser?