Para hallarle su lugar

Para hallarle su lugar

Amor que no quiere amor,
amor sin amor se queda,
y no es culpa de la rueda,
lo que falla es el motor.
No es la abeja ni es la flor,
en el sueño es la semilla,
no crecerá sino brilla,
no brillará si no quiere,
mas si despierta no muere
y vive en su maravilla.

Amar es así la llave
que ya abrió la creación,
las puertas de la pasión
y la costilla más suave.
Amar es puerto y es nave,
es ola, es el mar, la vela,
campana de cada escuela,
lección para cada día,
casorio con la alegría,
beso que el tajo consuela.

También es cierto que amarga
cuando las cosas no vienen
y en olvidos se detienen
o en le peso de la carga.
Dura es la herida y bien larga
cuando no es correspondido
ni el corazón que ha latido,
ni la llamada del alma,
no queda entonces ni calma,
sólo el dolor del herido.

Allí es del tiempo la ciencia
de restaurar lo perdido,
de volver al ave el nido,
de educarse en la paciencia.
Nadie quisiera dolencia,
pero a todos va y nos toca,
no existe un alma de roca
que diga yo no sufrí,
lo que se dice es viví
y lo que aprendo es mi boca.

Por fin pues no más disputas,
amor yo quiero y sin muros,
menos los altos y oscuros,
que esconden todas las frutas.
Abiertas quiero las rutas
para aprender y enseñar,
la vida nos sabe dar
si sabemos merecerla,
qué otra cosa hay que ofrecerla
para hallarle su lugar.

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28 09 12