Salud y basta
Escúchame, irresponsable,
frena tu copa de vino,
deja ese trago asesino,
vuelve a tu casa adorable.
Fuiste bueno y fuiste amable
hasta que alzaste la copa,
te la bebiste cual sopa,
te la empinaste de un sorbo,
que es como pasar por corvo
de tu luz toda la tropa.
Con esas noches de farra
lo que consigues no es vida,
te arriesgas más a una herida
si no está firme la amarra.
Cuánto rosal se desgarra
en manos del parrandero,
copas y risas primero,
luego el baile y su espejismo,
después ya nadie es el mismo,
no hay vuelta atrás ni sendero.
Qué bien por Dionisio o Baco,
qué bien por Grecia y por Roma,
pero hoy quien bebe no toma
más que por vaciarse el saco.
Su vivir es un atraco
sin rumbo ni embarcación,
no puede en su frustración
con sus deudas, con sus dudas
y así, tras el brindis, mudas
van sus voces sin fruición.
Quien brinda por celebrar
la vida sabe medirse,
quien no sabe ha de rendirse
y por su causa luchar.
Quien beba por derrochar
sólo derrocha su estrella,
la amistad, la noche bella
y el amor que a nadie falta,
quien bebe sin tregua asalta
sólo su rumbo y su huella.
Así pues, salud y basta,
reírse es también brindar,
servida está para amar
otra vida al entusiasta.
Para el que el tiempo no gasta
en beber hay un camino,
cada cual es peregrino
buscando en la inmensidad,
si brindas sea en verdad
porque es pleno tu destino.
http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/
01 09 12
Escúchame, irresponsable,
frena tu copa de vino,
deja ese trago asesino,
vuelve a tu casa adorable.
Fuiste bueno y fuiste amable
hasta que alzaste la copa,
te la bebiste cual sopa,
te la empinaste de un sorbo,
que es como pasar por corvo
de tu luz toda la tropa.
Con esas noches de farra
lo que consigues no es vida,
te arriesgas más a una herida
si no está firme la amarra.
Cuánto rosal se desgarra
en manos del parrandero,
copas y risas primero,
luego el baile y su espejismo,
después ya nadie es el mismo,
no hay vuelta atrás ni sendero.
Qué bien por Dionisio o Baco,
qué bien por Grecia y por Roma,
pero hoy quien bebe no toma
más que por vaciarse el saco.
Su vivir es un atraco
sin rumbo ni embarcación,
no puede en su frustración
con sus deudas, con sus dudas
y así, tras el brindis, mudas
van sus voces sin fruición.
Quien brinda por celebrar
la vida sabe medirse,
quien no sabe ha de rendirse
y por su causa luchar.
Quien beba por derrochar
sólo derrocha su estrella,
la amistad, la noche bella
y el amor que a nadie falta,
quien bebe sin tregua asalta
sólo su rumbo y su huella.
Así pues, salud y basta,
reírse es también brindar,
servida está para amar
otra vida al entusiasta.
Para el que el tiempo no gasta
en beber hay un camino,
cada cual es peregrino
buscando en la inmensidad,
si brindas sea en verdad
porque es pleno tu destino.
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