El diálogo del que se queda

El diálogo del que se queda

Di la verdad memorable,
di que me amas y vuelvo,
desde esta muerte revuelvo
las culpas por darte un cable.
Di que te sientes culpable
por no entregarte del todo,
por verme herido en el lodo
y, antes de seguir tu paso,
pisotearme sin retraso
para huir a tu acomodo.

Y si es mentira igual dilo,
que me amas, que me perdonas,
que nunca más me abandonas
como es frecuente en tu estilo.
Dime y yo vuelvo con hilo
de amor a cerrar el tajo,
desde este olvido yo viajo
a tus manos y a tu pecho
y de un beso en nuestro lecho
doy cura al dolor que encajo.

Bien sabes que yo te sé
como ninguno te supo
y que así, bien sabes, cupo
mi amor y su férrea fe.
Bien sabes que nadie fue
capaz como yo de amarte,
que todo yo quise darte
por verte feliz conmigo,
bien sabes y eres testigo
de cómo el dolor me parte.

Lo peor fue tu silencio,
fue no decir esto pasa,
no confiar en quien te abraza,
negarte a lo que evidencio.
Ni a castigo te sentencio
ni a destierro bajo llave,
cada cual sus pasos sabe,
yo los míos di contigo,
si no puedo ser tu amigo
nunca quise que esto acabe.

Por eso espero tu boca,
ya imposible, ya dormida,
si una esperanza es la vida
esperar a mi me toca.
Puedes volverte de roca,
puedes fugarte en el viento,
yo sé decir que no miento,
que esperé tu valentía,
yo puedo decir que hoy día
me basta con lo que siento.

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