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por No me queda más que hacerte una poesía...
y que te cuente en susurros para que no te alejes,
de lo que mi corazón siente por tu arribada.
Fue muy rápido como todo sucedió,
desde un principio solo fue un juego de palabras...
quizás ni tú ni yo esperábamos que se abriera aquella puerta...
Dejamos volar libre nuestras almas,
bien entrecruzadas de la mano ellas partieron,
no supieron informarle... a nuestro juicio de su partir tan fortuito,
por que mientras ellos... solo se elevaban,
el juicio aqui abajo no comprendía.
De nuestra dinastía, jamás hubiesen aprobado lo nuestro,
es que si lo piensas cariño era una locura de bobos,
por que si bien al juicio no atendímos y menos a los testigos...
"De que se queja el borrego, si se somete voluntariamente a sus deseos"
¿No? Me equivoco?
Permitimos que nuestros impulsos manejaran todo,
dejamos de lado... dejamos de ver el muro que teníamos de frente,
solo notábamos el oleaje de nuestros sentimientos por el otro.
Y así sucedió, así fué, por ello no vimos, lo que se aproximaba,
tú solo seguías como si nada, y yo solo me ahogaba sin darme cuenta.
Fué entonces cuando comencé a ver tu paisaje auténtico,
que me supe en un dilema entre mis sentimientos y mi prudencia.
Ahora solo esperaré unos días...
necesito comprobar si todo aquello que te brinde fue suficiente,
es que tú no sabes la cobardía que se siente,
cuando la valentía no juega ni el más mínimo papel en esta partida,
ya que solo queda esperar cada alba.
Si tan solo tú ya no intentaras retornar,
mi alma ya no lograría como antes abordar al mundo,
dejaría (quizás solo por un tiempo) de comprender a la muchedumbre,
y me encerraría en mis fantasías.
Por que aquel día... cuando por vez primera te vi venir,
Te vi anclar, te abraze sin mediar palabras,
y puse toda mi pasión para que te quedaras.
Quizás hoy no estes aquí a mi lado y de mi mano,
pero dime por favor, alguna vez has dudado de que te amo?
Si eso llego en un momento a ser así...
solo debes observar como danzan las gaviotas con el viento,
como el mar acaricia la orilla, como nutre el sol cada rincón,
como cada ser vivo agradece en lo más hondo, el estar un día más vivo.
Asi... asi... de ese modo es mi amor por ti,
no deseo ser tu suplicio,
menos ser en tu vida un desarraigo,
solo te pido que nades en mis sentidos,
y descubras cual realmente es mi tormento contigo.
Que más queda decirte?
Ah! Si, que te amo como el primer día que te vi venir...
Liz Rodriguez.
y que te cuente en susurros para que no te alejes,
de lo que mi corazón siente por tu arribada.
Fue muy rápido como todo sucedió,
desde un principio solo fue un juego de palabras...
quizás ni tú ni yo esperábamos que se abriera aquella puerta...
Dejamos volar libre nuestras almas,
bien entrecruzadas de la mano ellas partieron,
no supieron informarle... a nuestro juicio de su partir tan fortuito,
por que mientras ellos... solo se elevaban,
el juicio aqui abajo no comprendía.
De nuestra dinastía, jamás hubiesen aprobado lo nuestro,
es que si lo piensas cariño era una locura de bobos,
por que si bien al juicio no atendímos y menos a los testigos...
"De que se queja el borrego, si se somete voluntariamente a sus deseos"
¿No? Me equivoco?
Permitimos que nuestros impulsos manejaran todo,
dejamos de lado... dejamos de ver el muro que teníamos de frente,
solo notábamos el oleaje de nuestros sentimientos por el otro.
Y así sucedió, así fué, por ello no vimos, lo que se aproximaba,
tú solo seguías como si nada, y yo solo me ahogaba sin darme cuenta.
Fué entonces cuando comencé a ver tu paisaje auténtico,
que me supe en un dilema entre mis sentimientos y mi prudencia.
Ahora solo esperaré unos días...
necesito comprobar si todo aquello que te brinde fue suficiente,
es que tú no sabes la cobardía que se siente,
cuando la valentía no juega ni el más mínimo papel en esta partida,
ya que solo queda esperar cada alba.
Si tan solo tú ya no intentaras retornar,
mi alma ya no lograría como antes abordar al mundo,
dejaría (quizás solo por un tiempo) de comprender a la muchedumbre,
y me encerraría en mis fantasías.
Por que aquel día... cuando por vez primera te vi venir,
Te vi anclar, te abraze sin mediar palabras,
y puse toda mi pasión para que te quedaras.
Quizás hoy no estes aquí a mi lado y de mi mano,
pero dime por favor, alguna vez has dudado de que te amo?
Si eso llego en un momento a ser así...
solo debes observar como danzan las gaviotas con el viento,
como el mar acaricia la orilla, como nutre el sol cada rincón,
como cada ser vivo agradece en lo más hondo, el estar un día más vivo.
Asi... asi... de ese modo es mi amor por ti,
no deseo ser tu suplicio,
menos ser en tu vida un desarraigo,
solo te pido que nades en mis sentidos,
y descubras cual realmente es mi tormento contigo.
Que más queda decirte?
Ah! Si, que te amo como el primer día que te vi venir...
Liz Rodriguez.
Última edición por kaina el Miér Jul 11, 2012 9:51 am, editado 1 vez
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