EL ACERTIJO.

Como si de pronto algo se encendiera
y comenzara revelándose a si misma
sin que la lluvia lo ensombreciera de preguntas,
la boca y las líneas se desnudan
como aquel día, recuerdas
que para empezar un poema
teníamos que ignorarnos
y al final los pasos se borraron
sin que vinieran a visitarnos ni a treinta días,
era como abrir cerrando un libro
porque la luz se iba perdiendo
y hoy convertida en aire
estará más cerca de la luna
que yo de mi misma.
Y sobre la nada sin decirse nada
un sobre en blanco
sobre el muro de mi casa,
aunque intentábamos vivir amando
día tras día la sal
hoy sabe a barca abandonada,
y el polvo hace el camino
en trozo de metralla,
la lagartija sonríe debajo de la piedra
y esa ardilla disecada
recuerda desde aquel día
que todo se quedó en minúsculas
como la nada que fue mía
a la tuya despavorida,
si el amor aún nos busca
diremos que por no decir
se quedó en dijiste
que para decir yo digo
tú no lo dijiste,
que donde digo y dijo
digo yo que no dije
y al final,
todo se quedó sin decirse.