A las dos de la mañana

A las dos de la mañana

A las dos de la mañana
no hubo un reloj que me explicara la armonía,
ni el sentirse feliz que se sentía,
ni dónde está lo que piensas
y lo que dices y lo que haces cada día.
Como todos los viernes, no sabía
que recibieras frases de tu jefa,
¿será que no pregunto o que te befa
contar algo tan simple a quien te oía?
A las dos de la mañana tiento y tiento
cuánta cosa velada en ti es que habría,
como si nunca hablarme te pedía,
como si nunca saber de ti yo intento.
A las dos de la mañana te amo y siento
lo fácil que te sale hablar e irte,
lo triste que es leer ya sin pedirte
lo mucho que has pensado en un momento.
A las dos de la mañana yo te abrazo,
¿sólo uno, sólo cada uno,
explícame si puedes este caso,
qué es la felicidad, qué es la armonía?
Creía que estar juntos lo era,
creo que estar juntos lo es,
contigo estoy, del alba hasta el ocaso,
y lo creo todavía en cada paso,
incluso en éste en que contigo y cada vez
a aprender a amarnos yo quisiera.

14 01 12

felicidades compañero