veinticinco de diciembre

Veinticinco de diciembre

Veinticinco de diciembre, duermo
sin ti, te echo de menos, en mi sangre
las banderas se alzan rojas con tu nombre
y verdes con mi sueño en cada esquina.
Te deseo lo mejor en tus acciones
y en los seres que te abrazan claro el día,
para andar, para crecer, para ir debajo
de aquellos puentes claros que nos unan.
Que no quede sin lugar nuestra alegría,
que no quede sin pasión este regreso,
que bailen, que trabajen los cabellos
en darnos una flor y un cielo firme.
Te beso, te deseo, doy mi boca
para cantar tu gesto y rozarte entre las venas
y adentro, adentro, adentro confirmar que tengo
en ti mi lagrimón, una guarida y un secreto.
Contigo en Navidad comienzo el paso
que hacia tu piel me lleva y hacia el fruto compartido.

25 12 11

Felicidades compañero, sigue con esa inspiración